Estados Unidos impuso ayer sanciones a siete empresas internacionales que están apoyando el sector energético de Irán, entre ellas la empresa estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), según fuentes del Departamento de Estado.

El subsecretario de Estado, James Steinberg, dijo ayer que, bajo estas sanciones, Pdvsa no podrá firmar contratos con la Administración estadounidense ni contar con financiación de EEUU para sus operaciones de importación y exportación, aunque no se verá afectada la venta de petróleo a este país.

Al imponer estas sanciones, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, indicó en un comunicado que EEUU "quiere enviar un mensaje claro y contundente a las empresas de todo el mundo: aquellas que continúen con su apoyo irresponsable al sector energético de Irán y ayudando a Irán a evadir las sanciones de EEUU, sufrirán serias consecuencias".

El Departamento de Estado llevaba meses estrechando el cerco a Venezuela por sus sospechas de que estaba violando el régimen de sanciones impuesto por EEUU y la comunidad internacional contra Irán.

Ya a principios de año, se produjeron reuniones entre representantes del Departamento de Estado y la embajada de Venezuela para tratar sobre la Ley Integral de Sanciones.

La mencionada normativa, que data de 2010, amplía el alcance de la Ley de Sanciones a Irán de 1996, para impedir que ese país pueda adquirir la capacidad para desarrollar un arma nuclear.

Poco después, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, aseguró en una audiencia del Comité de Relaciones Exteriores que el Gobierno de EEUU "actuará" si encuentra pruebas de que Venezuela está violando el régimen de sanciones contra Irán, como finalmente ha ocurrido.

Entre los pactos energéticos alcanzados por ambos países en el marco de la visita del mandatario venezolano, Hugo Chávez, a Teherán en septiembre de 2009, sobresale el compromiso de Venezuela de exportar 20.000 barriles diarios de gasolina a Irán.

Según el Gobierno estadounidense, Venezuela ha enviado al menos dos cargamentos a Irán de un compuesto destinado a mejorar la calidad de la gasolina, por un importe cercano a los 50 millones de dólares.