El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, escribió ayer en su habitual columna dominical que 2011 será un año "de batalla y de victoria popular" y que sus detractores "no van a impedir la marcha de nuestro pueblo hacia el socialismo".

"Son inicuas las pretensiones contrarrevolucionarias: no van a impedir la marcha de nuestro pueblo hacia el socialismo. No les vamos a permitir que conviertan al país en un caos. Pido a Dios que ningún compatriota se deje llevar por los tambores de la guerra de la extrema derecha", dijo en el texto "Las líneas de Chávez".

En el transcurso de lo que será su decimotercer año de gestión, gracias a dos reelecciones obtenidas tras su inicial triunfo de diciembre de 1998, Chávez auguró que éste "será el año de la conformación del gran Polo Patriótico", de cara a buscar una nueva reelección en diciembre de 2012.

La Asamblea Nacional (AN, unicameral) será otro "de los grandes escenarios de la batalla de 2011", añadió, y llamó a los 98 diputados oficialistas, del total de 165 que tomarán posesión el próximo miércoles, a encarar a los antichavistas.

"La responsabilidad histórica de cada uno de nuestros legisladores y legisladoras es grande: hay que derrotar a los politiqueros pitiyanquis en el terreno de las ideas y, al mismo tiempo, hay que despejar todos los obstáculos para el pleno ejercicio del pueblo legislador", sostuvo en su texto dominical.

La oposición a Chávez regresará al hemiciclo tras una ausencia de cinco años, al haber boicoteado las parlamentarias de 2005, lo que entonces dejó a la Asamblea Nacional con un poder total para el oficialismo.

"Estamos invitando a la gente que nos apoyó, que votó a nuestros candidatos con 5,3 millones de votos y que hoy tienen la simpatía de muchos más, para que los acompañemos, pacífica y cívicamente", en una concentración, dijo la semana pasada el coordinador de la opositora alianza Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Ramón Aveledo.

Con 5,4 millones de votos, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) de Chávez mantuvo en los comicios del 26 de septiembre pasado la mayoría, pero no la cualificada de dos tercios (110 escaños) que el propio Chávez se había colocado como meta.

Ley polémica

Ante ello, y a poco de ser reemplazos, los diputados oficialistas salientes aprobaron en diciembre una llamada Ley Habilitante, que concede a Chávez poderes legislativos sin el control de la AN.

"Con la Ley Habilitante se abre un camino cierto hacia el buen vivir, hacia la vida buena que todas y todos nos merecemos: vamos a fortalecer y profundizar la legalidad revolucionaria para revertir definitivamente las asimetrías estructurales y los desequilibrios macrosociales que son propios de capitalismo", manifestó el mandatario venezolano.

El gobernante agregó en su columna dominical que el optimismo revolucionario contrasta con "una versión catastrofista del año 2011" que "las cloacas mediáticas pusieron a rodar".

Para ello la oposición se basa, dijo, en la decisión del Gobierno de la semana pasada de unificar en 4,30 bolívares por dólar las tasas oficiales de cambio, con lo cual anuló una de 2,60 bolívares por dólar que servía para la importación de alimentos y medicinas.

"¿Qué es lo que dicen los apátridas? Que estamos generando las condiciones para implementar un paquetazo neoliberal", se preguntó. Se trata, por supuesto, de la estrategia de mentir descaradamente para generar confusión", añadió Chávez.