Trabajadores de la filial en Venezuela de la firma estadounidense Owens Illinois volvieron a manifestarse ayer contra la expropiación de la empresa, una medida que el Gobierno del presidente Chávez calificó de "irreversible" al tiempo que les invitaba al diálogo.

Grupos de empleados de la compañía, líder mundial en la fabricación de envases de vidrio, se reunieron el miércoles, por segundo día consecutivo, frente a una de sus plantas en el estado Carabobo, en el oeste de Venezuela, para expresar su rechazo a la expropiación anunciada el pasado lunes por Chávez.

En declaraciones a medios locales, el representante del sindicato de trabajadores de Owens Illinois, Rigoberto Méndez, desmintió los señalamientos sobre maltrato a los trabajadores por parte de esa empresa, un argumento esgrimido por el Ejecutivo para ordenar la expropiación.

Dijo Méndez que la empresa "está cumpliendo con los trabajadores" y con su contratación colectiva. "No somos maltratados, todo lo contrario, nos sentimos identificados, comprometidos con esta labor, por supuesto con fallas y errores porque somos humanos, pero siempre nos hemos sentado en una mesa de diálogo a hablar", dijo el sindicalista de la firma cuya "adquisición forzosa" fue publicada el miércoles.

El vicepresidente venezolano, Elías Jaua, afirmó que los trabajadores no deben temerle al Estado, que, dijo, "no favorece ni a las trasnacionales ni a los patronos capitalistas, sólo está en favor de los intereses de la clase trabajadora, siempre que estos sean justos".

Jaua, que el martes llamó a una movilización de partidarios del Gobierno a favor de la nacionalización, invitó a los trabajadores a mesas de trabajo para promover la "participación activa" en la toma de decisiones corporativas.

El vicepresidente, que denunció una "campaña de la derecha que quiere hacer ver la nacionalización de una empresa como su camino a la quiebra", aseguró que en los anteriores casos de empresas nacionalizadas se han mantenido los derechos de los trabajadores y "en muchos, incluso, se han ido mejorando sustancialmente".

Jaua se dirigió también a los propietarios de Empresas Polar, la mayor corporación venezolana de bebidas y alimentos, y a sus trabajadores para pedirles que se mantengan alejados de las protestas en torno al caso de Owens Illinois.

Según diversos medios, trabajadores de Polar, una empresa a la que Chávez ha lanzado repetidas advertencias, acudieron a solidarizarse con los manifestantes frente a la planta de la empresa estadounidense. "No discutiremos la decisión de nacionalizar la empresa. Se trata de una medida irreversible".

El vicepresidente agregó que los representantes de Owens Illinois en Venezuela le indicaron al Gobierno que si bien no comparten la decisión que afecta a la empresa, están en plena disposición de acatarla y conversar con las autoridades.

"Por eso no podemos entonces suponer que son ellos quienes están motivando la situación" de protesta en el estado Carabobo, subrayó, antes de denunciar acciones de "activistas de la oposición" y "sindicatos amarillos pro patronales", citando a Empresas Polar.

Por su parte, el diputado oficialista Saul Ortega, que acudió el miércoles a Los Guayos (Carabobo) con un pequeño grupo de personas para apoyar la expropiación, expresó su respaldo a la medida del Gobierno porque, dijo, Owens Illinois "es una empresa que se ha caracterizado por la explotación de sus trabajadores".

"Tenemos información de que en Trujillo, donde se saca la materia prima, hay una explotación de la naturaleza", agregó el diputado, quien también afirmó que la empresa "ocupa una posición monopólica en la fabricación de envases de vidrio por lo que esta expropiación ha de servir para empujar hacia abajo el costo de la vida".

El martes, Owens Illinois se mostró "sorprendida" por la expropiación y dijo estar preparada para trabajar con el Gobierno con el fin de entender las causas de esta medida, que ha sido también rechazada por la patronal venezolana.