La Asamblea Nacional (Parlamento venezolano) aprobó el martes un pronunciamiento en el que rechazó las declaraciones de la jerarquía católica contra el Gobierno, a la que acusó de estar de espaldas al pueblo y al lado de la oligarquía.

El diputado oficialista Carlos Escarrá hizo la presentación del documento y dijo que será enviado al Vaticano como muestra de que las declaraciones del cardenal Jorge Urosa y de la Conferencia Episcopal violan el Concordato existente entre los dos Estados.

La polémica entre la jerarquía eclesial y el Gobierno surgió a principios de julio cuando Urosa dijo que Chávez violaba la Constitución al querer imponer una "dictadura comunista" en el país, y el gobernante le contestó que era un "troglodita" y un "indigno".

El documento denuncia que la Conferencia Episcopal ha devenido en una "oligarquía que, vinculada a sectores fascistas, pretende seducir al pueblo venezolano para provocar una salida violenta al proceso democrático que se está construyendo en Venezuela desde hace once años".

La nota dice que el verdadero cristianismo está en la Teología de la Liberación y en documentos religiosos como los de "Medellín y Puebla" y asegura que la revolución bolivariana tiene "un profundo contenido cristiano".

"Agresión al pueblo"

Por ello, señala el documento, las manifestaciones de la cúpula católica son "una agresión al pueblo venezolano, mayoritariamente cristiano".

La Asamblea pide a Urosa y a la Conferencia Episcopal que si quieren hacer política se quiten la sotana y debatan como el resto de los ciudadanos.

"Le pedimos a Urosa y a la Conferencia Episcopal: ¡Quítense la sotana y vamos a debatir como hombres el futuro de la patria! ¡Déjenle al pueblo los oropeles y la riqueza!", concluye el pronunciamiento.

En la presentación del documento Escarrá adelantó que Urosa es "un pelele de la Conferencia Episcopal", que es manejada por otros prelados de mayor influencia en el organismo.

"No estaremos nunca al lado de una iglesia burocrática que se enriquece y se ahoga en el excremento de su propio poder y está interesada en que el pueblo siga siendo pobre. Ya basta de corrupción en la Iglesia católica", expresó Escarrá.

También dijo que la jerarquía "ha traicionado" la posición originaria de Jesucristo y se ha atrincherado en unas estructuras de poder que no tienen nada que ver con el mensaje en favor de los pobres y desposeídos que caracterizó su predicación.