El diputado opositor venezolano Wilmer Azuaje informó ayer de que quedó en libertad condicional el pasado sábado por orden del tribunal para casos de violencia contra la mujer, que le juzga por una presunta agresión a una policía, aunque deberá presentarse en el juzgado cada quince días.

"La mentira está cayendo poco a poco", porque lo sucedido sólo pretende "enlodar mi nombre", declaró a los periodistas el diputado, detenido el pasado viernes, tras lo cual la unicameral Asamblea Nacional (AN), de mayoría afín al presidente Hugo Chávez, le anuló la inmunidad parlamentaria.

Azuaje dijo que el tribunal le ordenó no declarar sobre su caso mientras es juzgado, pese a lo cual reiteró que la presidenta de la AN, la gubernamental Cilia Flores, le propuso, por medio de otro legislador, que "todo iba a quedar tranquilo" siempre que él "se "quedara quieto", añadió Azuaje.

Sugirió con ello que se le pedía dejar de denunciar supuestos casos de corrupción contra la familia del presidente del gobierno venezolano, Hugo Chávez.

Ya detenido, Azuaje dijo en una llamada telefónica a la emisora Globovisión que nunca agredió a nadie y que "el simple pecado" que cometió fue "denunciar por corrupción a la familia" de Chávez.

"Estoy condenado a muerte por el presidente Chávez y su familia", declaró hace unos meses el diputado por Barinas, estado del oeste venezolano gobernado por Adán Chávez, hermano del jefe del Estado.

"Yo no cometí ningún delito, soy un preso del Gobierno de Chávez, pero no me arrodillo y al presidente Chávez se lo digo: usted es un cobarde", afirmó el legislador el pasado viernes.

La policía le retuvo y mantuvo en custodia después de que, según el director de la policía judicial (Cicpc), Wilmer Flores, "agrediera" a Yuraima Castillo, una funcionaria de la división de vehículos de ese cuerpo, ante la cual el diputado supuestamente gestionaba un documento.

Azuaje militó en fuerzas pro gubernamentales en los inicios de la gestión de Chávez y, tras pasarse luego a la oposición, se ha visto implicado en varios incidentes.

Entre ellos destaca el "secuestro express" del que fue víctima su ex esposa el 10 de julio de 2009 y que él consideró como un intento de intimidación contra él.

Ese hecho se produjo cinco meses después de que un hermano suyo fuera asesinado en un crimen supuestamente motivado por un móvil delictivo.

Además, el 6 de octubre del año pasado Wilmer Azuaje denunció que la noche anterior había sido víctima de un atentado por parte de cuatro hombres que dispararon sus ametralladoras muy cerca de él, en una acción, según él, ordenada por el presidente Hugo Chávez Frías y sus familiares.