En un acto público celebrado el pasado miércoles el Gobierno venezolano procedió a la destrucción de un total de 32.477 armas de fuego que han sido incautadas en distintas partes del país por las fuerzas de seguridad del Gobierno desde principios de este año.

El acto se desarrolló en una empresa siderúrgica del estado de Lara, y a él asistió, entre otras autoridades, el ministro del Interior, Tareck El Aissami.

El titular de la Dirección General de Armas y Explosivos, Julio César Morales, indicó que las más de 32.000 armas destruidas pesaban 52.000 kilogramos, según informó la Agencia Bolivariana de Noticias, que destacó que una importante cantidad de este lote fue decomisado en varias cárceles.

Morales subrayó que, con esta acción, se cumple el decreto 5.246 de la Ley de Armas y Explosivos, la Constitución venezolana y las distintas convenciones internacionales firmadas por el país iberoamericano sobre fabricación ilegal de armas. Además, el Gobierno adelantó que los recursos que se obtengan de las armas destrozadas se destinarán a la Fundación Amigos de Niños con Cáncer.

Por otro lado, reveló que en 2008 murieron de manera violenta más de 12.000 personas, la gran mayoría a tiros, y las proyecciones indican que esa cifra será rebasada en 2009.