Dos dirigentes de la oposición venezolana se definieron ayer como socialistas y acusaron al presidente del país, Hugo Chávez, de impulsar un modelo de "capitalismo de Estado" y no del "socialismo del siglo XXI" que dice abanderar.

"En Venezuela no se está viviendo un modelo socialista, sino un capitalismo de Estado, donde el Gobierno es dueño de todo y el pueblo de nada", declaró en una rueda de prensa el presidente del partido Primero Justicia (PJ, derecha), Julio Borges, al comentar las recientes expropiaciones de empresas privadas ordenadas por Chávez.

Henrique Capriles Radonski, gobernador del estado Miranda, destacó en otra comparecencia ante la prensa que Chávez "habla de socialismo, pero resulta que ahora los carros (automóviles) son los que tienen derechos constitucionales".