La fórmula que el 2 de febrero de 1999 utilizó Hugo Chávez Frías al asumir por vez primera la presidencia de Venezuela y jurar "sobre esta moribunda Constitución" anticipó que no iba a ser un político al uso.

Ha cumplido diez agitados años de amores y odios, igual de intensos y sin medias tintas, y espera festejar "diez años más de periodo revolucionario" y afianzar su "socialismo del siglo XXI".

Para poder ser candidato en el 2012, el polémico y provocador mandatario encabeza una cruzada para institucionalizar la reelección indefinida de cargos electos. Según las encuestas, se dirimirá a su favor el 15 de febrero.

Era un desconocido teniente coronel de paracaidismo cuando en 1992 participó en un golpe de Estado contra el presidente Carlos Andrés Pérez. Asumió la asonada por televisión. Su verbo encendido, que lejos de mitigar se ha acrecentado, lo lanzó al estrellato.

Sin aparato político consiguió ganar las elecciones de 1998 al encandilar a un 56,2% de los electores venezolanos. Hoy mantiene un nivel de aceptación del 57% y sostiene que "mientras yo gobierne, el pueblo venezolano tiene garantizada la paz".

Prometió nuevos tiempos y mejoras sociales para los pobres, su base electoral. Aprobó la Carta Magna, "la roja, rojilla" en 1999, fue ratificado en dos ocasiones -2000 y 2004- y aplicó por decreto leyes que fueron protestadas con largas huelgas, como la que en 2002 paralizó la petrolera PDVSA, ahora estatal, y el país.

Polarización extrema

Los mortíferos enfrentamientos entre chavistas y antichavistas derivaron en el golpe de Estado que el 12 de abril de 2002 lo depuso del poder. Sus fieles lograron su retorno en 48 horas.

Después Chávez, de 54 años, radicalizó su discurso, impuso la estética bolivariana, donde el rojo -de pensamiento e indumentaria- domina el panorama, acusó a varios medios de conspiración y, a fin de cuentas, polarizó la nación.

Pese a las críticas, fue reelegido en 2006. En mayo de 2007 cerró el canal de Televisión RCTV. Los estudiantes universitarios lideraron las protestas contra la reforma de 2007 que buscaba incluir en la Carta Magna la reelección indefinida.

En su haber cuenta con catorce victorias de las quince consultas que entre referendos, revocatorios y elecciones convocó en este decenio.

Mientras llega el 15-F, Chávez celebró su décimo aniversario con un encuentro con los presidentes de la Alternativa Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América (ALBA), organización ideada por él y su "padre" Fidel Castro para plantar cara a los Tratados de Libre Comercio estadounidenses.

Además, declaró el 2 de febrero como nueva fiesta nacional para resaltar la trascendencia del aniversario de su llegada al poder. Al respecto, el vicepresidente, Ramón Carrizales, señaló que el día se declararía "un día de festividad, porque la gente tiene cosas que celebrar y muchas que defender".

Por su parte, Chávez recordó en la jornada de ayer uno de los capítulos que, a su juicio, representan un mayor honor para su "revolución", al rememorar la expulsión del embajador de Venezuela en Washington, Bernardo Álvarez, en medio de otra crisis bilateral registrada en septiembre pasado. Sin embargo, el comercio bilateral entre ambos países creció un 50% en 2008.