El 50 por ciento de los trabajadores canarios hacen jornadas de más de 50 horas a la semana. Muchos de ellos casi 60. Cocineros que trabajan 57 horas, abogados que ganan 800 euros, empleadas de hogar a 5 euros la hora, horarios de tres de la mañana hasta no se sabe cuándo. De España, somos los que más trabajamos. Y por supuesto sin horas extras pagadas. Faltaría más? y con todo ello somos los que menos cobramos en este país. ¿Buen panorama, eh?

El problema es que tenemos a 200.000 personas en paro, desesperadas, esperando para trabajar. Muchos de ellos, y es lo lamentable, dispuestos a aceptar casi lo que sea. Es la indefensión de quien tiene que resignarse a aceptar unos cientos de euros al mes a cambio de humillarse laboralmente. Una desgracia, pero hay que darles de comer a los nenes ¿verdad? Así de duro. En la Inspección de Trabajo se pueden denunciar estos casos de manera anónima. No sé si servirá de algo.

Y encima somos la Comunidad autónoma con menos conflictividad laboral del Estado. Los que menos huelgas y protestas sindicales montamos. Aquí calladitos. Básicamente nos conformamos. Bueno? no en todo. En los empleados públicos tienen la otra cara de la moneda, donde los sindicatos se han currado una jornada de 35 horas semanales, bendecida por el Gobierno. Así da gusto.