Vamos a ver. Ojo con este tema. ¿Han visto un papel de apuestas en la habitación de su hijo, un ticket de casa de apuestas, factura de unos partidos de fútbol apostados, aunque sean unos euros? Partidos de fútbol, combates de boxeo y tenis, está estudiado. Es lo que se lleva. Cuidado con ese asunto. Punta de un iceberg totalmente envenenado. Peor que el Titanic. Tocado y hundido.

El 70 por ciento de nuestros nenes, siempre serán nenes aunque tengan de 16 años, coquetea con las apuestas. ¿Saben cómo lo hacen? Van juntos en manada y en la puerta de la casa de apuestas, el mayor del grupo, de 18 años, hace las apuestas por todos. "Apuéstame al Madrid o al Manchester" se oye... Engañan a la empleada de turno que básicamente hace la vista gorda. Dinero es dinero. De donde venga da igual.

No hay inspecciones. No hay nada. ¿Saben los padres lo que sus hijos hacen con esos euros que cada semana dan a los nenes? Cambian el bocata por la apuesta. Bocata de tortilla, a cambio de ruleta. Y es el principio del fin. Si un día no hay dinero para la apuesta, ¿de dónde se saca? ¿Se roba? Se llama ludopatía. Es una enfermedad. Y lo peor, ha arruinado a cientos de miles de familias. Ojo con las apuestas. Mañana puede ser tarde.