El servicio de cafetería en el Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria podría cerrar sus puertas el próximo 15 de agosto. Tras varios intentos de conseguir una empresa que se encargue de la concesión, un trabajo que en principio parecía "pan chupado", se ha vuelto un verdadero problema.

Este servicio, como explicó el propcio centro hospitalario a este periódico, se ha estado prestando hasta el momento de forma externa mediante una empresa que ganó un concurso público licitado por el Servicio Canario de la Salud hace 5 años. La vigencia del concurso concluirá el próximo 14 de agosto, y hasta ahora no ha habido un sucesor que se haga con las riendas de una de las partes esenciales del hospital.

Y es que este año se inició un nuevo concurso, pero quedó desierto porque no se presentó ninguna empresa. Esto ha ocurrido incluso habiendo "mejorado las condiciones para que resultasen más atractivas para los adjudicatarios".

A pesar de la situación imprevista y sobrevenida, el centro asegura que no se ha quedado parado. La Candelaria ha recurrido a una de las posibilidades administrativas que ofrece la actual legislación de contratos y en estos momentos está iniciando un procedimiento negociado que continúa en plazo de recepción de ofertas. El trabajo prosigue para que ningún paciente o familiar se quede sin su merecido cortado.