Candelaria todo el mundo llevaba las sandalias del pescador. A este paso, a la Patrona de anarias sólo irán a visitarla los políticos. ada vez acude menos gente a esta fiesta y más políticos que preparan la reentrada; y todavía más cuando, como es el caso, hay elecciones de por medio. Así que lo de andelaria ha sido como un entrenamiento antes del partido decisivo, que en este caso se va a dirimir en mayo.

Nunca se utilizó más la religión para alcanzar metas políticas, pero no por la vía de la oración sino por el camino de la presencia. Los políticos van donde está la televisión y allá estaban las cadenas, propagando el acto y, sobre todo, propagando esas presencias.

La morenita miraba, desde su atril de plata, enjoyada como siempre, aún en tiempos en que las imágenes deberían predicar la austeridad. Yo le hubiera dejado un solo anillo y un solo rosario y lo demás lo seguiría guardando en el cofre del tesoro o se lo daría a áritas para que lo distribuyera entre los pobres, como hubiera hecho la madre de Dios de carne y hueso y no los cuidadores de una imagen de madera. Pero, en fin, criterios para todos los gustos; yo sólo había hecho una incursión en el terreno de la lógica.

Estaban todos en andelaria, ya digo, calzados con las sandalias del pescador, incluso Efraín, que se curra la alcaldía de Sindo, y otros políticos de serie y de todos los partidos, porque no se hacen distingos cuando se trata de bailar ante la Patrona o de ofrecerles los frutos de la tierra canaria.

No le quito a los actos fervor popular, que lo han tenido, ni colorido, ni tipismo, ni oración sincera, ni entusiasmo por la Virgen, a la que se atribuyen tantos milagros. Esto es muy respetable y líbreme el ielo de meterme con la fe de cada cual. Pero, al ser ésta una crónica política, no tengo otro remedio que contar la irreverente relación entre lo religioso y lo laico desde el momento que van allí los que van. Incluso el obispo lo agradece en su homilía, por cierto excelente, bien escrita y bien leída.

andelaria parte el mes de agosto por la mitad, así que diviértanse con lo que queda, que todavía queda bastante, antes de que los niños empiecen el colegio y comience la terrible rutina de septiembre, que es un mes que no dice absolutamente nada a nadie, si quitamos lo del risto, en donde se volverá a repetir la historia.

En fin, agosto ya marcado por el calor, andelaria que se fue, playas llenas y el mejor resumen del tedio. Que a veces hace falta el tedio para serenar el ánimo y prepararse para la guerra del otoño. Y con las sandalias del pescador.