Ha estado por España y por Europa Teodoro Obiang, presidente de Guinea Ecuatorial, oficial por la Academia de Zaragoza y licenciado en Derecho por la Universidad Nacional de Educación a Distancia española. Un amigo incómodo.

Televisión Española se las arregló para que Obiang, único jefe de Estado presente en el funeral de Suárez, no apareciera en las imágenes saludando al rey ni a Rajoy; ni siquiera aparecía como presente en la catedral de la Almudena, o al menos yo no lo vi.

Obiang pronunció el martes una conferencia en el Instituto Cervantes, en su sede de Bruselas, en la que agradeció al rey su intervención para que pudiera hablar allí. La Zarzuela emitió un comunicado diciendo que el rey no tenía ni idea, aunque no cuestionando la conferencia. Rajoy rehusó reunirse con Obiang en la capital belga, donde ambos coincidieron, pero sí quiso cenar a su lado. Luego sí hablaron durante la cena.

La diplomacia tiene aristas difíciles de entender por los no avezados. ay inversiones españolas en Guinea. La Constitución de Guinea Ecuatorial la redactó un español (García-Trevijano). La huella de España allí es importante. En Guinea se habla un correcto español. ¿No sería bueno intentar influir más -en el ámbito cultural, entre otros- en aquella república, antigua colonia española? De acuerdo, Obiang es un dictador, como lo fue su tío Macías, antiguo conserje de la Delegación del Gobierno en Malabo, elevado a presidente por Fernando María Castiella, a la sazón ministro de Exteriores de Franco.

Pero en vez de machacar a Obiang cada vez que sale su nombre en la prensa española, a lo mejor una intervención civilizada de España en Guinea le hace reflexionar y abrazar la razón. ¿No es igual de dictador Fidel Castro, o el propio Maduro, que Teodoro Obiang?

Yo no trato de justificar nada, válgame el cielo. Pero España abandonó de mala manera (lo último que se marchó de allí fue una compañía de la Guardia Civil) Guinea Ecuatorial, dejando atrás los yacimientos de petróleo más importantes de África, que hoy explotan los americanos. Y que convierten a Guinea Ecuatorial en el país más rico y próspero de África.

De acuerdo en que había que descolonizar, por supuesto. Pero, tras la independencia de aquel territorio, hubiera sido mucho más conveniente mantener los vínculos afectivos y de negocios con Guinea, por el propio bien de España. A lo mejor los guineanos serían ahora más demócratas si hubiesen aprendido, por ejemplo, de nuestra Transición.

Y si se vilipendia a Obiang, hágase lo mismo con Maduro, con los Castro y con todos los dictadores que en esta tierra son. Porque sería de justicia en todos los casos; pero no uno sí y los otros no.