LLEVAN el fútbol en la sangre. Noelia y Natalia comparten como gemelas los sueños que antes presidieron la carrera deportiva de su padre. Son las hijas de Migue Ramos, exjugador de una serie importante de equipos tinerfeños, entre los que destaca su paso por el representativo y su larga presencia en Segunda División B con el Marino. Las niñas apuntan grandes maneras, porque además heredan la clase de su tío, Eduardo Ramos, parte viva de la historia del Tenerife, autor de aquel gol histórico de Riazor en la promoción con el Deportivo. Un punto de inflexión en el fútbol de esta tierra.

Serán relacionadas siempre con su linaje, son las hijas de Migue; las sobrinas de Eduardo, pero Noelia y Natalia, además, llaman la atención por su propio talento. Están jugando en el líder de la Segunda División del fútbol femenino, el Granadilla Tenerife Sur. Noelia juega de portera y Natalia lo hace de defensa central. Sus inicios como futbolistas se desarrollaron en el equipo prebenjamín del Esperanza. En edad de alevines llegaron al Reale Laguna, donde jugaron hasta la pasada temporada, cuando ficharon por el Charco del Pino. Con el conjunto sureño empezaron a jalonar su palmarés: fueron integrantes del equipo que se proclamó campeón de la Copa Javier Felip.

La creación del proyecto del Granadilla Tenerife Sur, el más ambicioso del fútbol femenino tinerfeño, encaminado a obtener por fin una plaza en la Superliga, se ha rodeado de la flor y nata. Noelia y Natalia no podían faltar. Esta temporada están jugando a un gran nivel.

Noelia ha encajado un solo gol en nueve partidos y Natalia ha jugado todos los encuentros. Sus actuaciones no han pasado desapercibidas y han merecido la atención del seleccionador español sub'' 16, que las citó la pasada semana para realizar un entrenamiento en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas (Madrid).