NO ES PROBABLE que los miembros del Gobierno de Madrid contemplen con simpatía las propuestas que les hagan los miembros del Ejecutivo canario en este año de 2012. El pacto reinante en las Islas no gusta, lógicamente, al Partido Popular, que formó parte de él y que buscó la excusa perfecta (el apoyo de Paulino Rivero y los suyos a Zapatero) para salir corriendo. Una decisión lógica, teniendo en cuenta, además, que Rivero, en un ejercicio de bobaliconería, pactó con un muerto.

El acuerdo con el muerto continúa y así les va a todas las administraciones afectadas. Canarias no levanta cabeza. Y, para más inri, se ve gobernada por una persona que ha perdido credibilidad, incluso dentro de su propio partido. Un importante sector de Coalición Canaria está empujando a Rivero para que dé paso a otras personas que lo puedan hacer mejor. Y para que convoque un congreso en el que se cuestione abiertamente su liderazgo.

Rivero, por muchos motivos, no va a cumplir estos cuatro años de legislatura. No tiene capacidad de maniobra para hacerlo. Y más enfrentado como está al PP por su absurda obsesión de pactar con los socialistas, quizá en agradecimiento por las prebendas recibidas: mentiras, promesas incumplidas, Plan Canarias que nunca existió, aguas territoriales que no se podían ceder, ayudas al empleo que han provocado un paro histórico en las Islas (el 31% de su población activa), pobreza, marginación, pesimismo...

Este es el resultado de la "amistad" entre Paulino Rivero y Rodríguez Zapatero. Uno ya se fue pero el otro sigue ahí, tan campante, aferrado al poder como un chicle al pavimento. Y ahí pretende seguir, incluso en contra de la opinión pública y de una buena parte de su propio partido, que quiere que dimita.

¿Qué harán Paulino y los suyos en este año 2012? ¿Cómo entrarán en el mundo centralista del PP? ¿A través de quién? ¿Tendrán que pedir auxilio a José Manuel Soria para que les eche una mano? ¿O es que son tan soberbios que no lo harán? ¿Cómo será el cloquío de la quícara en Madrid, donde se encontraba tan a gustito en la legislatura anterior?

Estas preguntas tienen respuestas al menos inciertas. El Partido Popular va a pasar factura a la moribunda Coalición Canaria, arrastrada a la tumba por el PSOE. Y será una factura muy cara que no se sabe si los nacionalistas, empobrecidos políticamente, van a poder pagar.