LA OBSESIÓN de Alfredo Pérez Rubalcaba durante el debate del lunes pasado fue preguntarle a Rajoy lo que iba a hacer con el seguro de desempleo. No se daba cuenta de que los españoles y los canarios deseaban que les hablaran de empleo, no de subsidios. Ya se ha despilfarrado bastante en subsidios, sin invertir nada en ayudar a las empresas para que creen empleo.

Cuando estaba en el Gobierno, Pérez Rubalcaba no había hecho la propuesta que hizo en la televisión: que a quien contrate un empleado el Estado le pagará la Seguridad Social en el bienio 2012-2013. ¿Y por qué no desde ahora o desde hace cinco años? Rubalcaba era miembro del Gobierno, podía haber utilizado su influencia con Zapatero para que aplicara sus propuestas.

Rubalcaba es un demagogo y un mentiroso que ya no engaña a nadie; lo mismo que tampoco engaña a nadie su políticamente depauperado jefe. Se acabó el socialismo del siglo XIX. Que se reorganicen o se refundan, dependiendo del resultado del 20N. Y que no nos mientan más.

Según parece, el debate entre los dos candidatos principales a la presidencia del Gobierno de España no ha alterado la voluntad de los votantes. Las encuestas siguen dando al PP abrumadora mayoría absoluta y al PSOE el peor resultado de su historia. Las encuestas -incluso la del diario socialista El País- dan vencedor del debate a Mariano Rajoy. Que no salió a arriesgar y cuya tranquilidad y educación contrastó con la agresividad de su rival, quien es verdad que no tenía nada más que perder porque todo lo tiene perdido. El PSOE es una caricatura de sí mismo.

Pero los votantes deben acudir a las urnas para que esto cambie. Porque la situación de España y de Canarias es insostenible. Si me guardan un secreto les diré que el PP tiene dinamita contra Coalición Canaria a partir del próximo lunes. Según nuestras noticias, Soria prepara una buena como segunda parte de una campaña electoral que casi no ha existido. Lo veremos.

En el ínterin, Ricardo Melchior continúa su campaña contra Antonio Alarcó. No se da cuenta de que las dos familias se pueden encontrar en cualquier momento en un restaurante o en un parque. Ha perdido Melchior las formas, totalmente. Está nervioso, desde que Alarcó ya le ganó una vez. Ahora, el tercer senador por Tenerife se lo disputan el propio Melchior y Aurelio Abréu, amiguitos en el Cabildo y teóricos enemigos en la campaña electoral. Aunque CC no ve más enemigos que a los del PP. Qué error, qué inmenso error.