Cristina Tavío, que puede ser alcaldesa de Santa Cruz, ha enviado un memorándum a los partidos en liza, ofreciéndoles un pacto de estabilidad. Está bien. Quien da primero da dos veces. A medida que pasan las horas, y después de lo del domingo, cada vez se hace más difícil hablar de pactos en cascada. Casi imposible. Cristina Tavío sabe que el PSOE funciona a base de directrices. Nos imaginamos que Paulino Rivero y José Miguel Pérez habrán hablado ya. Pero, ¿qué dirá Madrid?

Como Zapatero va a durar en el cargo lo que un dulce en la puerta de un colegio, lo normal es que si se firman pactos no estén pensando ahora en los presupuestos generales del próximo año. A lo mejor ya no los negociará Zapatero porque para entonces se habrían celebrado unas generales, que lo más normal es que se convoquen para octubre. Pero no podemos averiguar lo que bulle en la mente de ese hombre empecinado. Nadie lo sabe, posiblemente ni siquiera su almohada.

A medida en que los suyos le presionen hasta estrujarlo, Zapatero tomará una decisión en pocos días. No va a soportar la presión, sobre todo la de sus correligionarios más cercanos. ¿Vale la pena pactar en Canarias a pocos meses vista? Esta pregunta se la hace Paulino Rivero, que sin embargo no quiere dejar la Presidencia, como es lógico. ¿Podría pactarse entre todos que gobiernen las mayorías simples en los cabildos y ayuntamientos, con carácter general, apoyados por los minoritarios? Puede ser también. Pero esto último no le gustaría nada, por ejemplo, a Antonio Alarcó, que quiere ser presidente del Cabildo de Tenerife.

Todo va a ser muy complicado, aunque el desarrollo de los acontecimientos nos puede traer cosas muy farragosas o muy sencillas. La política canaria es así. Pero es que se juega mucho. Si Coalición no gobierna, adiós televisión y radio autonómicas, adiós Policía Canaria, adiós organismos de marcado afán nacionalista, adiós identidad isleña en las instituciones y adiós paso hacia cotas de autogobierno mucho más allá de las actuales. Para los nacionalistas, pues, gobernar es vital. Por eso una alianza estratégica con el PSOE, a la vista de la enemistad manifiesta de un Soria muy airado, es absolutamente fundamental para la supervivencia de los ideales canarios. Y el PSOE es mucho más receptivo a ellos que el PP, que los detesta.

No crean ustedes que las cosas no son complicadas. Es como una partida de ajedrez, pero en ella se juega algo así como el campeonato del mundo. Los jugadores con más responsabilidad son Rivero y Pérez. De ellos depende el jaque mate. ¿Se quedará colgado el PP, incluso de la Presidencia del Parlamento? ¿No gobernará Canarias, aún con el caudal de votos que tiene?