Ulises Noda, director de la Afilarmónica Ni Fú-Ni Fá, es experto no sólo en técnicas de márketing sino en "terapias" de grupo. En el almuerzo que celebró ayer la murga "madre" en la terraza del Círculo de Amistad XII de Enero, los componentes de la familia Ni Fú-Ni Fá, entre ellos el carismático Valladares, recordaban las palabras que dirigió Ulises, el ahora director titular del grupo murga, cuando tiempo atrás tuvo que ponerse un día al frente de la Afilarmónica por ausencia del que fuera su titular por unos años, Pedro Mengíbar. "Reunió al grupo y, antes de salir, Ulises dijo: La Ni Fú-Ni Fá es un sentimiento, no un pasatiempo".

Éste bien podría ser el "lema" del mandato de Ulises Noda en la Fufa. O mejor, la razón de ser de la Afilarmónica en la etapa que terminó ayer y empieza hoy. Con el "Por y para Tenerife" que instituyera el maestro Enrique González Bethencourt, la Afilarmónica cierra un año de transición que comenzó el 13 de mayo pasado, y afronta su futuro con un respaldo de respeto y admiración social, y la encomienda de continuidad de la Fufa bajo el "pontificado" de Ulises Noda.

La suspensión decretada por Fiestas, ante la alerta por lluvias, limitó los actos al fin de fiestas que tuvo lugar en el Círculo de Amistad XII de Enero. Allí actuó La Zarzuela, que se vio privada de su único día de concierto en la plaza del Príncipe -como marcan los cánones de cada Domingo de Piñata-, así como la Fufa, el Orfeón, los Danzarines... En el espectáculo, la Afilarmónica entregó sus Payasitos de Oro, a Humberto Gonar, y de Plata, a Leo Martínez; y el premio Roberto Carrillo, a Tomás Carlos... Fue un fin de fiestas íntimo, de tradición. En El Recreo, corazón del viejo Carnaval, encomienda de continuidad de la Fufa al maestro Ulises Noda.