Una lectora relata un sangrante caso que tiene a la Consejería de Bienestar Social como protagonista. Lesionada en una rodilla, se puso en contacto con el Gobierno autonómico para lograr el reconocimiento de su incapacidad y recibir ayuda para la instalación de un ascensor. Pues bien, este departamento ha aceptado darle cita para evaluar su situación. Eso sí, los técnicos encargados de este tipo de informes no la verán hasta dentro de un año.

Enfrentarse a la burocracia

Pero la atención que le ha prestado y que le prestará Bienestar Social no sólo es una cuestión de tiempo y, por tanto, de calidad. Sino que el problema va más allá y se relaciona directamente con la burocracia. Explica que, además de tener que esperar un año, los funcionarios de la Consejería apuntaron mal su teléfono, con lo cual no tenían forma de localizarla y fue ella la que se puso en contacto con ellos. Otra cosa: el formulario que le dieron al marcharse no es el suyo, sino el ejemplar para la Administración.

Qué sucia está Santa Cruz

Algunos vecinos de la capital insisten en lo sucia que está Santa Cruz. Dicen que "está horrible", pues se refieren a los árboles y palmeras que se secan o a los malos olores que soportan en algunos lugares. En concreto, una persona del entorno de la plaza de San Francisco manifiesta que el mal olor es insoportable y asegura que el personal de limpieza le ha manifestado que su labor es cada vez más complicada, ya que en los alcorques de los árboles encuentran otros excrementos que no son de perro.

Una sanidad deficiente

Por más que los responsables sanitarios de las Islas se empeñen en vender que tenemos un sistema envidiable, la realidad es que a diario llegan a nuestra redacción múltiples quejas que señalan que la deficiente Atención Primaria -con citas previas que en muchos casos superan los 10 días- provoca el colapso en los servicios de urgencia. Si no se atiende a los enfermos con cierta celeridad en su centro de salud, el sistema de atención no funcionará nunca.