Decenas de costaleras participaron la noche del pasado Jueves Santo en la procesión de Jesús Cautivo, paso que sale, junto a La Macarena, en el desfile religioso que acapara la atención de la particular "madrugá chicharrera". Se trata de una procesión de tradición andaluza que se incorporara hace décadas al programa de Semana Santa de la capital tinerfeña.

Desde su estreno, cuando salía desde el templo de San Alfonso María de Ligorio, en Los Gladiolos, La Macarena recorre las calles a hombros de varones, mientras que Jesús Cautivo, "el hijo de la muerte", como se le canta a la salida del templo, lo portan las féminas. Se trata de la primera cofradía de estas características implantada en Canarias y que, poco a poco, ha hecho escuela en los cultos religiosos. Con su apoyo, las imágenes de La Cuesta han adoptado el modelo de ser portadas por costaleros.

Tomando por referencia "El hijo de la muerte", que rompe el silencio la noche del Jueves Santo con ronco acento militar, de la mano de la música los feligreses hacen su particular paseo por el triduo pascual con el "Adiós a la vida", que interpreta de forma tradicional la Banda de Música de Santa Cruz en la procesión de Las Angustias, para terminar con el Aleluya que, después de 40 día de recogimiento, volverá a adueñarse de la liturgia. Con la Vigilia Pascual de anoche, y hoy el Domingo de Resurrección, comienza cincuenta días de tiempo pascual.