La Junta General del Consejo Insular de Aguas de Tenerife ha acordado hoy emprender diversas medidas para optimizar la calidad del agua de abasto en la isla, entre ellas actuaciones para corregir el flúor en infraestructuras hidráulicas en la comarca de Acentejo.

Este organismo está integrado por representantes públicos y privados de los colectivos que intervienen en el proceso del agua y las actuaciones acordadas, de carácter estructural y administrativo, vienen motivadas por un informe de Salud Pública en el que insta al CIATF a mejorar la información sanitaria de las aguas desde su captación hasta el punto de consumo.

El actual Sistema de Información Nacional de Agua de Consumo (SINAC) sólo dispone de información desde el depósito hasta el punto de consumo, informa en un comunicado el Cabildo de Tenerife.

Dicho informe de Salud Pública se emitió a raíz del episodio de contaminación que tuvo lugar el 20 de septiembre pasado con el vertido de aguas residuales de la piscifactoría de Aguamansa de titularidad del Cabildo al canal Aguamansa-Santa Cruz.

En dicho informe se comunica que, dada la complejidad del sistema de aguas de la isla, hay que adoptar medidas para ampliar la información sanitaria de las aguas en todo su recorrido.

La Junta General del CIATF acordó tres directrices de actuación en materia de vigilancia de la calidad de las aguas destinadas al abastecimiento humano.

Estas son medidas de carácter estructural para mejorar las instalaciones, actuaciones para corregir el flúor en infraestructuras hidráulicas en la comarca de Acentejo y de carácter administrativo destinadas a ampliar el seguimiento de la calidad de las aguas, mediante el registro en el SINAC de las instalaciones del CIATF.

También se acordó tomar medidas para integrar de forma paulatina en el SINAC las infraestructuras de captación y transporte de titularidad privada.

La reunión de esta Junta General constituye uno de los acuerdos adoptados por la Junta de Gobierno del CIATF el 26 de octubre para presentar en este foro un plan de acción en coordinación con los ayuntamientos y la autoridad sanitaria a fin de mejorar la información sanitaria de este complejo sistema hidráulico.

La isla cuenta con 431 galerías y 168 pozos como sistemas de captación de agua que son gestionadas por comunidades de aguas, dentro de las cuales cada partícipe decide el uso que quiera dar al uso del agua.

Por lo tanto, resulta de una "enorme dificultad" realizar una trazabilidad íntegra del agua para el abastecimiento urbano desde la captación, transporte, almacenaje y punto de consumo, tal y como establece la normativa sanitaria.