El icodense José Manuel Méndez, la última persona que cruzó con su coche la carretera de acceso a Punta de Teno (Buenavista) antes del derrumbe que dejó aisladas a 174 personas, ha dicho este miércoles que podía haber ocurrido una "catástrofe", al tiempo que ha criticado la tardanza de los servicios de emergencia en llegar al lugar, en torno a 30 minutos.

En declaraciones a ''Cope Canarias'' recogidas por Europa Press, ha comentado que el dispositivo "dejó bastante que desear" porque "pasó bastante tiempo", y ha subrayado que en los momentos iniciales se "echó en falta" información para calmar a la gente que se había quedado aislada.

Cuando José Manuel pasó por la zona ya habían caído los malecones de la vía, y llegó a pensar que "había alguien muerto abajo", y minutos después, aún cruzó un turista peninsular porque debía quedar parte del firme. "Cruzar fue un disparate, una imprudencia", ha señalado.

Además, ha confesado que pasó unos "nervios impresionantes" porque tenía miedo a que alguien cometiera una "imprudencia", y cuando se derrumbó del todo la carretera, "cayeron escombros y hubo una nube de polvo impresionante".

Fernando Luis, otro vecino que quedó aislado al otro lado con su esposa y sus dos hijos, ha admitido que pasó "un poco de angustia" porque faltaba información y no se sabía si el rescate era por barco o por aire. "No sabíamos si esperar o quedarnos y al final nos sacaron a todos en helicóptero", ha explicado.

Asimismo, ha agradecido la labor de la empresa de tomates que hay en la zona porque les dio cobijo y calmó los ánimos. "Si no, hubiera sido un caos porque cada uno decía una cosa. Estábamos asustados, no sabíamos que hacer", ha indicado.