El máximo órgano gestor de las cofradías de La Laguna, la Junta de Hermandades, se ha quedado por primera vez en su historia reciente sin candidatos para asumir su Presidencia y el resto de cargos directivos, una vez que en la noche del lunes expiró el plazo para la presentación de propuestas sin haber recibido ninguna, según confirmó ayer su aún máximo responsable, Pedro López.

¿Crisis en estos colectivos con tanta tradición en el centro de La Laguna?, ¿desgana de los cofrades para estas funciones? Entre las razones probadas que han llevado a la actual situación se encuentra que López está en su cuarto año en el cargo y que los estatutos que rigen la institución impiden superar ese tiempo, suma de dos mandatos de dos años. "Me extraña... Puede ser que la gente vea que es mucho trabajo", barajó en la tarde de ayer sobre los motivos de lo ocurrido.

Sea como fuere, la llamada oficialmente Junta de Hermandades y Cofradías (JHC) -a la que están adscritas las hermandades y que tiene sobre todo funciones organizativas- tendrá que activar ahora un proceso nunca aplicado y que recogen sus estatutos: "En el supuesto de que no hubiese habido presentación de candidatos en el plazo señalado, se reunirá el Pleno de la JHC y procederá a elegir libremente a la persona que estime adecuada".

El artículo en cuestión no se había tenido que llevar a la práctica dado que, desde que existe la figura del presidente y un órgano directivo, siempre había habido una opción. Incluso, según precisaron conocedores de los entresijos de los procesos electorales de esta entidad, la última vez que optó al cargo la predecesora de López hubo hasta una segunda alternativa, si bien esta última fue derrotada durante la jornada de elección.

Así las cosas, y ante la imposibilidad de que Pedro López continúe, los representantes de las hermandades habrán de proponer nuevos nombres en el transcurso de una sesión plenaria sobre la que, eso sí, el actual presidente tampoco daba este martes nada por sentado: "Nada oficial hay hasta que no sea el pleno".

Una de las opciones que algunos cofrades destacados no descartan es que desde el Obispado le acaben concediendo una prórroga a López para que siga; un extremo que, sin embargo, parece difícil por ir contra lo que fijan los estatutos y por el precedente que la medida crearía.