Justo el día después de unas lluvias inusuales de agosto que se dejaron sentir en varios puntos de la geografía insular, el Cabildo de Tenerife presentó ayer los resultados obtenidos por esta institución en una autoevaluación diseñada por la Oficina de Reducción de Desastres de las Naciones Unidas (UNISDR), que la Isla superó aunque con algún aspecto mejorable, como sucede con la coordinación entre las distintas áreas involucradas en la gestión de esas catástrofes.

Así lo indicó el consejero insular de Sostenibilidad, Medio Ambiente, Aguas y Seguridad, José Antonio Valbuena, que situó ese elemento como "principal debilidad". "Existe comunicación entre las áreas transversales que participan en la gestión de una crisis; lo que está pendiente de mejorar es esa capacidad de coordinación", apuntó.

La solución a ese problema, a su juicio, podría llegar con el centro que se ubicará en la Torre Azul, en el pabellón Santiago Martín, que aglutinará en un mismo punto físico el 1-1-2, el Cecopin, el Centro Insular de Carreteras y los Bomberos. A este respecto, Valbuena anunció que está previsto que el Consejo de Gobierno apruebe en septiembre el convenio con el Gobierno regional para que esta instalación esté operativa en 2016.

Cabe señalar que el ejercicio de evaluación en el que ha participado la Isla surge como consecuencia de la adhesión del Cabildo a la campaña mundial Desarrollando ciudades resilientes: ¡mi ciudad se está preparando! Concretamente, el Área de Seguridad ha sido la encargada del examen, desarrollado a partir de un cuestionario de 41 preguntas y que fueron valoradas de uno a cinco.

Los resultados más elevados -en los que obtuvo un cuatro- tienen que ver con la progresiva implantación de una regulación en materia territorial y urbanística, así como con los códigos de construcción que respalden la reducción del riesgo de desastres. Además, se valora muy positivamente los servicios que el Cabildo puede prestar a las víctimas de una catástrofe para superar el daño psicológico y emocional a través del personal del Instituto de Atención Social y Sociosanitaria (IASS).

Al tiempo que se obtiene una puntuación de tres en la labor relacionada con la previsión, planificación y análisis de los riesgos, se aprecia un margen de progreso en la realización de simulacros de preparación en casos de desastres en equipamientos críticos como escuelas u hospitales, el impulso de programas de sensibilización pública o de carácter educativo sobre la reducción del riesgo, y la disponibilidad de recursos adecuados para la gestión de las emergencias.

Además del aprobado del Cabildo en este proyecto puesto en marcha por las Naciones Unidas en 2010, el consejero socialista reseñó que los 31 municipios tinerfeños han sido reconocidos por el referido organismo como ciudades resilientes, entendiendo ese término de "resiliencia" como la capacidad con la que cuenta una sociedad para resistir, absorber, adaptarse y recuperarse de manera oportuna y eficaz de los efectos producidos por una amenaza.