Betsabé es una de esas diez personas que Gap Rural pudo contratar a partir de la obtención de las subvenciones del Plan de Acción por el Empleo. Esta chica de 28 años es una de las empleadas que atiende al público tanto en la cafetería como en la tienda de este privilegiado emplazamiento insertado en el espectacular paisaje de Anaga, bien despachando algún producto o aconsejando al visitante sobre aquellas rutas que no deben perderse. Al unirle a ella un vínculo de amistad, el propietario de Gap Rural sabía que podía contar con Betsabé para trabajar en el nuevo proyecto del Parque Rural de Anaga, porque conocía su soltura con el idioma Inglés y, de hecho, ella admite que le gusta "bastante trabajar con el turista". Otras características suyas, por ejemplo, logros intelectuales como su Diplomatura en Trabajo Social y rasgos personales como su interés por el senderismo, o sin ir más lejos, la personalidad luchadora que deja entrever, han complementado y realzado su carta de presentación. Ahora, mientras desempeña su trabajo en la Cruz del Carmen, que compagina con la finalización de un Máster y los estudios de Psicología, Betsabé siente que ha recuperado su dignidad. "Yo estuve mucho tiempo -recuerda- en el que mi tarjeta sanitaria era de persona sin recursos y eso te quita un poco de dignidad. Tener un trabajo, parece mentira, pero te la devuelve", reflexiona. "Tener un trabajo es muy importante -recalca para concluir la entrevista- y un trabajo es dar y recibir. O sea, estoy contenta por la oportunidad que me han dado, y yo, a cambio, intento ser excelente y dar lo mejor".