La acusación de la Autoridad Portuaria a Cepsa de "hacer peligrar la competitividad del puerto de Santa Cruz de Tenerife" por la retirada de una barcaza de combustible de las dos que estaban en funcionamiento hasta ahora originó ayer un polémico cruce de declaraciones.

La Autoridad Portuaria expresó públicamente "su profundo malestar y preocupación por la decisión de la compañía Cepsa, propietaria de la refinería, de reducir drásticamente la capacidad operativa del servicio de suministro de combustibles a buques. Esta decisión unilateral reduce su capacidad de abastecimiento a la mitad y pone en peligro la competitividad del puerto y el óptimo atendimiento a los cruceros".

La actual situación, continúa la nota, "se inició con la retirada de una de las dos barcazas-tanques que suministraba carburante a los buques atracados después de que esta Autoridad Portuaria ofreciera un significativo incremento de las bonificaciones y, por tanto, de los márgenes de beneficios por mantener la misma capacidad operativa. Algún capitán ya ha expresado su queja por las demoras sufridas".

Cepsa respondió que "realiza un análisis permanente de las necesidades del puerto y adapta sus servicios. En función de la demanda actual, se estima que una gabarra es suficiente para atender las necesidades de abastecimiento".

"La gabarra que opera en el puerto está teniendo una utilización de en torno al 80%. El número de suministros en demora en los últimos meses no ha sido significativo", acaba.