El aeropuerto de Tenerife Sur Reina Sofía representa la puerta de entrada y también de salida para quienes visitan la Isla. Es la primera imagen que reciben las personas a su legada y el reflejo final que se llevan consigo, junto con sus equipajes, en el viaje de regreso.

En buena medida, la impresión que los turistas guardan en su retina y su ánimo sobre el destino Tenerife, en consecuencia una de las mejores campañas de publicidad posibles, está muy relacionada con el sentido -ya sea positivo o negativo- de sus vivencias en el recinto aeroportuario.

El Reina Sofía reproduce a escala la imagen de un microcosmos. En buena medida es así por su tipo de tráfico, que se sustenta sobre un modelo especializado en turismo vacacional, no solo de sol y playa, ya que en los últimos tiempos se ha intentado diversificar la oferta. "Junto con el de Girona, el Reina Sofía es de los aeropuertos más turísticos de la red nacional", señala su director, Santiago Yus, quien destaca la complementariedad con Los Rodeos, orientado al tráfico nacional, de carácter doméstico e interinsular.

En este parámetro, "la proporción de Tenerife Sur se puede situar en un 92% de tráfico turístico, frente al 8% doméstico, que también es turístico, concretamente de gente procedente de la Península". Y esa proporción también se refleja en cuanto a extranjeros y nacionales. "No somos un aeropuerto que saque a gente de Tenerife hacia otros destinos, sino receptor de quienes vienen a la Isla".

Desde Tenerife Sur es posible hacer volar los sueños y asomarse a las ventanas que se abren al mundo. En las últimas temporadas, el aeropuerto mantiene conexiones con una media de 125 destinos mediante 65 compañías, lo que indica la red de aeropuertos enlazados y la estrategia "punto a punto" de los operadores que utilizan el Reina Sofía, subraya Yus.

La oferta de compañías aéreas en el aeropuerto de Tenerife Sur está diversificada, así como los orígenes/destinos a los que opera. En contraposición a la estrategia "hub" que aplican otros operadores, los clientes transportistas de Tenerife Sur basan su negocio en tráficos punto a punto y exentos de conexión.

Los principales países que operan con Tenerife Sur son Reino Unido y Alemania, con 22 y 23 destinos, respectivamente. "Esto representa que la parrilla de campaña esté diversificada y procura que no dependamos de un cliente en particular", explica el director. Basta repasar los datos de las pantallas y caer en la cuenta de la enorme amplitud de los destinos.

Los números de 2013 reflejan que el 92,55% de los viajeros lo hicieron por motivos vacacionales, 1,5 puntos más de cuota de mercado respecto a 2010, mientras el crecimiento entre los pasajeros de negocio fue de 0,5 puntos (2,1%). Por su parte, los pasajeros que visitan a parientes o amigos suponen el 5,35% sobre el total de visitantes en 2013.

En cuanto al género, los resultados de las encuestas muestran que en 2013 las mujeres representaron el 54% de los pasajeros frente a un 46% de hombres.

"En cuanto al país de residencia de nuestros pasajeros, existe una correlación directa entre ésta y el país origen/destino del vuelo, ya que el mercado emisor canario es mínimo y el tráfico punto a punto es la característica principal de las operaciones de Tenerife Sur", destaca Santiago Yus.

La distribución del tráfico mensual del Reina Sofía presenta una tendencia estacional en función de los mercados emisores de turismo. Así, y debido a la climatología de la Isla y a la diferencia absoluta de temperaturas entre el origen y el destino, el menor tráfico se registra durante los meses de mayo y junio. Es en la temporada de invierno, de octubre a marzo, cuando se presentan los movimientos altos más estables, además de los picos presentados por el turismo peninsular en los meses de verano.

Hay dos temporadas claramente diferenciadas: la de invierno, desde octubre hasta marzo, y la de verano, de marzo a octubre, ambas coincidiendo con los cambios horarios.

"Los meses de más tráfico, que se corresponden con marzo, diciembre o enero estamos en torno a los 850.000 pasajeros y los de más baja actividad en verano, mayo y junio, se sitúan por encima de los 600.000, con lo cual esa estacionalidad anual no es tan acusada, gracias a la estrategia para conseguir una estabilidad permanente", señala el director.

En la primera destaca el tráfico europeo, incluyendo el procedente de los países nórdicos (Suecia, Dinamarca, Noruega y Finlandia) y en la segunda, el tráfico nacional junto con el británico y el alemán.

También es posible apreciar una estacionalidad semanal. El día de la semana de mayor afluencia de tráfico comercial, tanto en la temporada de invierno como en la de verano, viene siendo, con carácter general, el viernes.

"En verano, el fin de semana se reduce algo la actividad. En invierno, los viernes representan las jornadas fuertes, pero suben el sábado, fundamentalmente por el tráfico británico, y el domingo, gracias al mercado escandinavo", precisa Santiago Yus.

En temporada de invierno, el 18,9% del tráfico de la semana tiene lugar el viernes, registro que en la época de verano se sitúa en el 21,9%.

Sobre la estacionalidad diaria, hay compañías que desarrollan dos rotaciones diarias. Es decir, el avión duerme en el aeropuerto, sale a primera hora de la mañana, regresa a Tenerife Sur y despega nuevamente, para volver a dormir aquí. "Y jugando con esas rotaciones tenemos unas franjas horarias con mayores puntas, que se concentran hacia el mediodía en invierno, de 12:00 a 14:00, y en verano se desplazan hacia mitad y final de la tarde.

En temporada de invierno, la mayor actividad se da martes, viernes, sábado y domingo, mientras en verano se corresponden con martes, viernes y, en menor proporción, sábado y domingo.

Tenerife Sur despega al mundo.

El número de pasajeros que circuló por Tenerife Sur el viernes 27 de diciembre de 2013. Una jornada donde se dieron 252 movimientos, con 40.245 pasajeros, un total de 31 compañías y 61 destinos.

La torre de control simboliza la imagen del "vigía", enhiesta, como una soberbia atalaya entre el cielo y la tierra. En palabras de Ángel, responsable de las operaciones en la torre, desde "esta dependencia se gestiona el movimiento del aeropuerto en lo que denominamos lado aire".

Sin duda, se trata de un espacio privilegiado (de 30 metros de envergadura) y fundamentalmente "vital", desde el que es posible mantener un control y seguimiento continuados de lo que podríamos llamar las autopistas del cielo.

Y entre el murmullo de fondo de uno de los controladores comunicándose con el piloto de una aeronave, el radar envía sus señales electromagnéticas que se convierten en imágenes sobre la pantalla. Estos sistemas ofrecen información precisa sobre parámetros como altura, velocidad, distancia, etc.

"De forma automática se mantiene, desde el despegue hasta el destino, la identidad de una aeronave mediante un código determinado", explica Ángel.

Ahí están perfilados los mapas, las radioayudas, los mínimos de radar, las alturas...

Un sistema dibuja el eje de la pista y su proyección, "marca" que sincroniza la aeronave para centrarse, a través de un sistema de aproximación a pista, y con el que define rumbo y ángulo. En Tenerife Sur este sistema (ILS) es de categoría 1, por la bondad de las condiciones atmosféricas, frente al nivel 3 de Barajas, que requiere tripulaciones entrenadas especialmente, aeropuerto homologado y aviones equipados.

Una de las posiciones se encarga de diseñar la secuencia de salida y recibir a los aviones que llegan, mientras otro cumple la tarea de intercalar una llegada entre dos despegues o un despegue entre salidas. Hay disposiciones que no se deben rebasar y normas que cumplir.

La cizalladura es el fenómeno atmosférico característico de la zona, que hace mención a "cambios significativos en la orientación y la velocidad del viento de más de 30 nudos. Antes se llamaban turbulencias", precisa Ángel.

"Entre Tenerife y Gran Canaria existe un canal natural. El alisio recorre ese paso estrecho y al acelerarse respecto a la otra masa de aire se producen cambios de dirección y de intensidad en el viento".

Así se ve desde esta atalaya.