El Hospital Universitario de Canarias ha puesto en marcha una nueva ténica de oncología radioterápica, la braquiterapia de alta tasa de dosis con cobalto 60, con la que es posible tratar cánceres en cavidades naturales del cuerpo humano desde muy cerca o en el interior del tumor.

La braquiterapia o curiterapia es una forma de tratamiento radioterápico en la que los isótopos radioactivos se colocan muy cerca o en el interior del tumor y que, a diferencia de la radioterapia externa, en la que la radiación va desde fuera del cuerpo a través de la piel hacia el interior, se administra "desde dentro".

Requiere la colocación muy precisa de las fuentes de radiación pero tiene la ventaja de que el daño que se produce es mucho menor, indica en un comunicado el Hospital Universitario de Canarias (HUC), adscrito a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias.

La braquiterapia se utiliza para tratar cánceres en cavidades naturales del cuerpo humano como el cuello del útero, la vagina y el esófago y se aplica al área tumoral dosis altas de radiación en un número de sesiones reducido y con una menor exposición a tejidos sanos adyacentes.

Hasta ahora se utilizaba únicamente braquiterapia de baja tasa de dosis lo que obligaba al paciente a permanecer unos días aislado en una habitación protegida.

El tratamiento se realiza con una fuente de cobalto incluida en la unidad de tratamiento que a través de un cable flexible pasa por unos catéteres permaneciendo unos minutos en distintas posiciones calculadas con exactitud con un sistema informático que maneja las imágenes de TC del tumor.

Así se puede administrar la dosis de radiación estipulada en el sitio preciso, indica el HUC, que precisa que al finalizar el tratamiento la fuente radiactiva retorna a la unidad de tratamiento, con lo que el paciente ya no lleva ninguna fuente radiactiva y no puede irradiar a otras personas, por lo que se evitan controles y precauciones posteriores necesarias en otros implantes.

Al utilizar como fuente radioactiva el cobalto 60, que tiene una vida media de 5,3 años, no precisa cambios de fuente más que cada varios años con el consiguiente ahorro en tiempo y en recursos.

Esta terapia se utiliza de momento en implantes ginecológicos y en los próximos meses se irán incorporando otras localizaciones tumorales como esófago, bronquios, lengua y mama.