Los vigilantes de seguridad del aeropuerto de Los Rodeos afirman que "el sistema de control al que están sometidos provoca estrés y desgaste físico en las personas, entre quienes abundan las bajas por depresión y ansiedad, en especial entre quienes controlan el acceso a la zona de embarque". El sistema informático de scanner "genera aleatoriamente falsos avisos de bomba en el equipaje, sitúa armas en lugares escondidos, etcétera, al tiempo que inspectores de diversos organismos acceden a la zona de incógnito con elementos peligrosos y amenazantes". Indican que los fallos en la detección de estos falsos avisos "provoca sanciones sobre los trabajadores, quienes tienen la presión de los propios jefes de seguridad, agentes de la Guardia Civil y las quejas de los propios usuarios que acceden a estos controles". CSI-F denuncia esta situación y propone que los vigilantes de este servicio denominado "filtros de pasajeros" tengan una mejora en horario y descanso para abordar la tensión a la que están sometidos de manera más favorable, "pues la propia tensión implica, a la larga, que realicen peor su trabajo". El CSI-F no secunda una huelga que se convocaría, a su juicio, para crispar y manipular a los trabajadores.