Un avión de la compañía Vueling, que partió a primera hora de ayer del aeropuerto Tenerife Norte con destino a Barcelona, retornó a la Isla minutos después del despegue y realizó un aterrizaje de emergencia tras detectarse un fallo en un motor. Según informaron fuentes de la compañía, se siguió el protocolo habitual de seguridad que comprende el aterrizaje en el aeropuerto más cercano, operación que se realizó con normalidad. El vuelo llevaba 134 pasajeros y la compañía ordenó el envío de otro aparato para suplir el servicio.