El obispo de la Diócesis Nivariense, Bernardo Álvarez, ha descrito este viernes a San José de Anchieta, jesuita de origen tinerfeño canonizado por el Papa Francisco, como un "héroe de la fe" porque vivió "totalmente entregado a los demás", especialmente en Brasil, donde realizó la mayor parte de su obra misionera en la segunda mitad del siglo XVI.

En declaraciones a Europa Press, ha dicho que el Papa ha reconocido con este acto que es una "figura" que ejercitó la vida cristiana en un "grado extraordinario", incluso, "poniendo su vida en peligro por el evangelio".

Según Álvarez, la actividad de un misionero no es solo religiosa, sino también humanizadora, y de hecho, cuando llegó a Brasil, aprendió el lenguaje de los indios y compuso una gramática para después enseñarles a leer y escribir.

"Hizo un catecismo es su lengua para que aprendieran el mensaje del evangelio. Las tribus, en esa zona, estaban enfrentadas y practicaban el canibalismo, y Anchieta logró ir pacificando a las tribus para que no se vieran como enemigos sino como hermanos. Creó fraternidad y comunidad", ha señalado.

Tras la ''canonización equivalente'' de este jueves, el próximo 24 de abril, a las 18.00 horas, el Papa Francisco presidirá una Misa de Acción de Gracias en honor al nuevo santo en la iglesia de San Ignacio, en Roma, jornada en la que estará presente una delegación religiosa de unas 30 personas encabezada por los dos obispos del archipiélago. Posteriormente, se hará lo propio en la Catedral de La Laguna (Tenerife) el 10 de mayo a las 11.00 horas.