El Cabildo de Tenerife, a través del área de Medio Ambiente, está realizando trabajos de mejora de la seguridad en el Monte de la Esperanza. Los técnicos insulares están realizando una actuación en una franja de unos 25 metros situada en los montes de utilidad pública, cerca del núcleo de Las Rosas, en la que se están plantando ejemplares de monteverde en sustitución de pinos.
La consejera de Medio Ambiente, Analupe Mora, indica que “los trabajos se realizan para mejorar la seguridad de la zona, ya que hay algunos ejemplares de pinos se encuentran en mal estado. Los estamos sustituyendo por monteverde, que es una vegetación con menos altura y más resistente a los incendios y también se realizará rebajará la altura de algunos pinos para garantizar su estabilidad. Se trata, en definitiva, de minimizar los riesgos para la población y de garantizar la conservación del ecosistema con una vegetación autóctona”.
Los trabajos se realizarán en tres fases, actuando en primer lugar sobre el pinar. Así, en la actualidad se está procediendo a realizar una clara sobre el pinar canario que se encuentra más allá de los primeros 10 metros de la carretera. Con esta actuación aumentará la entrada de luz sobre el suelo y habrá un desarrollo más rápido de la vegetación introducida en las repoblaciones iniciadas
Una vez concluido estos trabajos, se intensificará la repoblación en la zona, usando especies no pirófitas del monteverde, aprovechando la entrada de luz graduada generada con la clara y el trasmoche de los pinos. Además, para una mejor implantación de la masa de monteverde se realizarán desbroces selectivos reduciendo la competencia que otras especies de matorral espontáneo pudieran ejercer sobre los ejemplares introducidos.

Asimismo, con la intención de reducir la accesibilidad a las zonas en restauración y aumentar la viabilidad de la misma, se construirá un pequeño murete de mampostería hormigonada en el límite del Monte de Utilidad Pública, ajustándose a los taludes ya existentes. Dicho murete tendrá una altura máxima de 0,5 metros y no será continuo, dejando aberturas para encauzar el acceso al interior de la masa por aquellos puntos donde los daños al regenerado puedan minimizarse.