El Cabildo de Tenerife ha concluido la campaña de recogida de pollos de pardela cenicienta con la recuperación de 1.672 ejemplares, que fueron liberados durante los meses de octubre y noviembre del pasado año.

El Centro de Recuperación de Fauna Silvestre La Tahonilla, en colaboración con los ciudadanos de la isla, atendió un total de 1.751 pardelas, con lo que el porcentaje de aves recuperadas ronda el 95 por ciento, informa el Cabildo tinerfeño en un comunicado.

La consejera de Medio Ambiente del Cabildo, Ana Lupe Mora, indica que la campaña de recogida de pollos de pardela cenicienta se desarrolla desde hace 16 años por la corporación insular y agradece la colaboración de los ciudadanos que se implican en la localización de estos ejemplares.

De esta manera se evita la mortandad juvenil de los que se ven desorientados en sus primeros vuelos nocturnos a causa de las luces de la costa, lo que provoca su caída a tierra, explica.

El Centro de Recuperación de Fauna Silvestre La Tahonilla, dependiente del Cabildo, es el encargado de organizar la recogida y liberación de los ejemplares de pardela cenicienta.

En la campaña de este año han participado las asociaciones ADAE Arona, ECAN, Tamadaya, Atina y Cruz Roja de Puerto de la Cruz, así como miembros de las policías locales y de la Guardia Civil.

Además, como novedad las llamadas de los ciudadanos fueron centralizadas a través del centro telefónico del Cabildo, en el que se recibieron más de un millar de notificaciones sobre ejemplares accidentados a lo largo de la isla, lo que facilitó su recogida.

Con estas acciones, el área de Medio Ambiente pretende que los ciudadanos conozcan un ave marina emblemática asociada a las costas insulares y que presenta graves problemas de conservación, lo que afecta principalmente a los pollos en esta época del año.

Ello se debe a que los pollos, al salir de los nidos en su primer vuelo, son guiados por la luna y las estrellas hacia su destino, el mar.

Pero la contaminación lumínica de las costas hace que los pollos se desorienten y caigan en zonas de tierra urbanizadas desde donde no pueden escapar.

Es en este momento cuando la labor de la ciudadanía es importante para dar aviso a las entidades que se encargan del rescate y liberación de los animales.