El presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso; la consejera insular de Acción Social, Cristina Valido, y el alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, han inaugurado este martes la décima edición del Mercadillo Solidario Ansina, que se celebrará este martes y miércoles en la Plaza de la Candelaria y contará con la participación de personas mayores de toda la isla.

El Mercadillo Solidario tiene por objeto generar la participación en los talleres de manualidades que se realizan en los 211 centros y asociaciones de personas mayores que existen en Tenerife, y cumple también una importante función social, que es la de promocionar y mostrar a la comunidad las actividades y talleres que se realizan en los centros de mayores de la isla para su posterior venta.

Así, Carlos Alonso indicó que la recaudación que se obtenga este año irá destinada a la Asociación Canaria de Usuarios y Amigos de la Homeopatía y, "saltándose el protocolo", dio la palabra a algunos de los participantes, que describieron este mercadillo como "una cosa maravillosa y preciosa" en la que ponen "mucho interés".

La consejera insular de Acción Social, por su parte, indicó que todos los objetos del Mercadillo son "trabajos manuales" que están hechos por las personas mayores que forman parte del Programa Ansina, y espera que durante los dos días que dura esta iniciativa se logre "recaudar mucho" a favor de las ONG que cada año acuden al Cabildo.

José Manuel Bermúdez consideró un "lujo" que el Cabildo haya decidido un año más celebrar este mercadillo solidario en Santa Cruz, y se mostró convencido de que "todo se va a vender". Además, felicitó a la Corporación insular por el Programa Ansina porque "ayuda a las ciudades a estar en contacto con los mayores".

El Programa Ansina ofrece actividades de dinamización sociocultural en los centros y asociaciones de la isla, entre ellas destacan las actividades artísticas y creativas, que promueven la realización de actividades e manualidades y artesanía. Esta actividad proporciona importantes beneficios físicos, psicológicos y sociales; también mejora la destreza física, la atención y concentración, la autoestima y la autopercepción, y la mejora de las relaciones interpersonales. Es decir, se configura como una estrategia preventiva, ya que favorece el bienestar psicosocial de la persona mayor que participa en los talleres.

Durante todo el año se desarrollan en los diferentes centros y asociaciones de mayores talleres de manualidades en los que los usuarios aprenden diversas técnicas que permiten realizar diferentes artículos: porcelana rusa, cuadros en tres dimensiones, puntura en tela, pirograbados, bisutería, entre otros.