Vivimos tiempos difíciles que dejan muy poco espacio para la esperanza. Pero es en las dificultades cuando uno descubre de qué material están hechas las personas y los pueblos. Los ciudadanos de Londres pasaron a la historia por el coraje con el que soportaron el bombardeo de la ciudad durante la Segunda Guerra Mundial. Y en la pequeña historia de nuestra isla, la gente de Las Chumberas deberían ocupar un lugar singular por la resistencia y el coraje con el que se han enfrentado al abandono y al olvido de una administración muy lejana.

El caso de Las Chumberas es un ejemplo en el que todos deberíamos mirarnos en Canarias. La unión hace la fuerza. Y la fuerza de la razón es la mejor bandera de cualquier causa. Cuando decenas de familias se enfrentaron a la realidad de que sus casas se les caían encima de sus cabezas, encontraron su primer aliado en el coraje de un joven alcalde, Fernando Clavijo, que se puso de forma incondicional al lado de sus vecinos. Y ahí empezó una batalla larga, difícil y costosa.

Para los altos funcionarios y políticos de Madrid, Las Chumberas es sólo un punto muy pequeño en el mapa. Es punto lejano dentro de unas islas lejanas. En las campañas electorales, cuando los políticos famosos de Madrid vienen de gira a las provincias, todo se promete. Y a los vecinos de Las Chumberas se les prometió que sus problemas serían resueltos. Luego pasa el tiempo, se acaban las elecciones y donde dije digo digo Diego. Durante los últimos años la batalla de Las Chumberas ha consistido en enfrentar al Gobierno central y al Ministerio de Fomento a la dramática situación de unas familias que pierden su vivienda, que viven en condiciones lamentables y que, incluso, corren un serio riesgo.

A la voz de los vecinos de Las Chumberas y del Ayuntamiento de La Laguna se sumó la del Cabildo de Tenerife, la del Gobierno de Canarias y la de todos los ciudadanos de la isla, mentalizados ante un dramático problema cuyas consecuencias todos podemos imaginar. Y poco a poco, el peso de la opinión pública y el peso de la razón fue calando en la sensibilidad del Ministerio de Fomento que ha terminado aceptando la gravedad de la situación y estableciendo un calendario que llevará a iniciar los trabajos de reposición de las viviendas para el verano del 2015. Un plazo largo aún que podría haberse acortado si la solución para financiar estas obras se hubiese acordado en tiempo y forma.

De todo este proceso que ahora acaba -aunque la solución definitiva tarde todavía en llegar- podemos sacar algunas conclusiones importantes. El comportamiento del PP de Tenerife ha sido importante a la hora de resolver el problema, por cuanto han transmitido a Madrid que la situación en la isla era insostenible, que se había prometido resolver el caso de Las Chumberas y que era impresentable dejar tirados a los vecinos, como también tuvo que hacer en su día el PSOE cuando gobernaba en Madrid. La hostilidad que han vivido los militantes del PP en la isla, enfrentados a la realidad de las críticas de los vecinos, de Fernando Clavijo y de todos los que conocen el problema, ha sido enorme. No obstante, el PP de Tenerife abordó inicialmente el problema, como siempre hace, respaldando la actitud del Gobierno central. Una actitud irracional de ciega obediencia centralista que poco a poco fue abandonando, afortunadamente, en pro de la razón de los vecinos y en coherencia con una realidad que ni la peor ceguera política excusa de no ver.

Cuando todos los canarios actuamos juntos; cuando vecinos, ayuntamiento, cabildo, gobierno y partidos políticos unen sus esfuerzos, es imposible que no consigamos nuestros objetivos. El respaldo unánime de las instituciones y el diálogo constructivo con la Administración Central, el Ministerio de Fomento, ha resultado definitivo para resolver un problema de los ciudadanos. Exactamente aquello para lo que hemos sido elegidos.

Quiero felicitarme de que la ministra de Fomento haya tenido la sensibilidad de darse cuenta del problema de Las Chumberas y sus vecinos. Felicitar a los compañeros del PP que apostaron por transmitir a Madrid su incomodidad con el caso y su negativa a defender lo indefendible, porque eso contribuyó a poner el foco sobre el problema. Felicitar a Fernando Clavijo y a todo el Ayuntamiento de La Laguna, por su inquebrantable firmeza política y por no haber roto los puentes del diálogo y del entendimiento con el Gobierno central, que han resultado al final de capital importancia. Y felicitar por último a los verdaderos protagonistas, los vecinos de Las Chumberas porque aunque la guerra aún no se ha ganado (para mi se ganará el día que empiecen las obras) nos han dado a todos un maravilloso ejemplo de cómo la firmeza y la unidad de unos ciudadanos es capaz de conseguir cualquier cosa por imposible que parezca.

*Presidente del Cabildo Insular de Tenerife