Los guagüeros de Titsa tal vez no sepan latín, pero sí alemán, inglés e incluso ruso. Los idiomas forman parte de la oferta formativa gratuita de la empresa a sus conductores. En pasados años Titsa ha ofertado cursos de inglés y alemán, pero en este han añadido la oferta de ruso, según explicó a este periódico Jacobo Kalitovics, director de márquetin de la compañía.

Arancha de Pablos es una de las conductoras que ha recibió un curso de inglés y otro de alemán este año. Para ella saber algo de estos idiomas es básico porque trabaja en la Playa de Las Américas. "Sí o sí, todos los pasajeros son extranjeros. Unos rusos, otros belgas, hispanos..."

Las preguntas más comunes de los foráneos son "si vas a tal sitio, el horario de la guagua, dónde pueden comprar el bono..."

Cada curso tiene una duración de cinco horas, a razón de tres horas al día, lo que les da para aprender nociones básicas del idioma.

Arancha no se atreve a decirme algo en alemán. "¡Jesús, mujer! Me dijeron que la entrevista era en español". Sin embargo, Mercedes Hernández, otra de las guagüeras que ha seguido un curso de alemán, me dice una frase en alemán.

"Mi problema es que a veces confundo el inglés con el alemán, pero los turistas al final me entienden, ¿eh?". Mercedes echa de menos que duren más estos cursos para aprender más.

"Yo lo que hago es escuchar y si no entiendo a los extranjeros les pido que me lo repitan. Al final, lo deduces", explicó.

En 2012, un total de 145 conductores siguieron cursos de idiomas. La empresa Titsa también organiza otro tipo de acciones formativas que se desplazan a los diferentes centros de formación de la isla, entre las que destacan los procedimientos en caso de accidente (725 alumnos) y el curso de adaptación profesional (212).

Jacobo Kalitovics hizo hincapié en los cursos de conducción económica. "Hemos logrado la reducción de hasta el 15% del combustible", dijo, lo que es una buena noticia para las arcas de la compañía y para el medio ambiente.

Además, también cuentan con simuladores e instructores para observar y enseñar a los conductores. "El instructor observa la posición de las manos, el nivel de estrés..." Incluso, dice, si pega un frenazo, los pasajeros se caen. Lo único que no sabemos es en qué idioma hablan.