Pasadas las dos de la tarde de ayer, el alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, daba cuenta del acuerdo al que se llegó como colofón del pleno extraordinario sobre el estado del municipio que había comenzado cinco horas antes: "Crearemos una mesa de trabajo a partir del próximo 17 de mayo que antes del 31 de julio consensúe las propuestas de resolución y aporte las conclusiones que serán llevadas a un nuevo pleno para aprobar una resolución".

No lo tendrá sencillo ese foro porque deberá establecer un entendimiento sobre 117 propuestas de la oposición que encajen en la única del equipo de gobierno: un gran pacto social para Santa Cruz.

Después del nombramiento de Francisco Clavijo como presidente del Tribunal Económico-Financiero llegó el discurso del alcalde. Duró más de dos horas.

Además de ofrecer un pacto social con base en el empleo y la actividad económica, Bermúdez desglosó sus "razones para creer". Se mostró "satisfecho del trabajo, aunque no de la totalidad de los resultados obtenidos".

Corrales criticó los 135 minutos de intervención de Bermúdez. Dejó caer la posible caducidad del expediente sancionador a Sacyr por las irregularidades en Emmasa (la empresa entiende que la mayoría han prescrito), una "bomba" que pasó desapercibida.

El alcalde utilizó en varias ocasiones el clásico "vaya terminando". Eso irritó a la oposición e incluso se planteó que Bermúdez incumplía el reglamento.

Pedro Arcila rechazó que en principio no se dejase entrar a trabajadores municipales con una camiseta reivindicativa. Luego mostraron carteles en solidaridad con tres compañeras despedidas del Centro de Atención al Delito, adscrito al IMAS. Al final, hubo marcha atrás, "pero solo gracias a nuestra presión", apuntaron.

En la fila de butacas del otro lado, un grupo de ciudadanos exhibió una pancarta, cuyo texto decía así: "Ustedes sí que están dentro de ¡una burbuja!".

La portavoz del principal grupo de la oposición, la popular Cristina Tavío, basó parte de su argumentación en una entrevista a Bermúdez publicada por EL DÍA. De ahí dedujo los dos únicos argumentos del alcalde: "aguantar" lo que queda de mandato y "repetir" como candidato en 2015. Tavío calificó la reciente operación de saneamiento financiero de "endeudamiento a largo plazo", e instó al alcalde, a quien "hasta en su partido suspenden en la gestión", a "cerrar la factoría de ficción". "Nos han rechazado los ofrecimientos para ayudar, antes, durante su matrimonio (con Julio Pérez) y ahora, con su pareja de hecho (Martín). Reiteramos nuestra disposición, aunque lo que nos pide es una prórroga", apostilló.

José Ángel Martín, del PSOE, mantuvo en un discurso de tono ideológico "el compromiso frente a la derecha" y su política neoliberal de recortes. "Garantizamos transparencia en la gestión y participación ciudadana", apuntó. Propuso "arrimar el hombro".

Alberto Bernabé, de Coalición Canaria, tendió la mano pero criticó "la deslealtad" institucional. Planteó "un crecimiento" desde la economía y aclaró que generan "confianza" por gobernar con "eficacia y eficiencia, además de con rigor y seriedad".

El alcalde decidió dejar de leer en la recta final del pleno y bajó al ruedo para medirse primero con Pedro Arcila quien había afirmado que CC no tiene proyecto. "No dé lecciones sobre política y falta de seriedad", le dijo, pero acabó con un conciliador: "Tal vez deberíamos hablar más sobre Santa Cruz". A Tavío le dijo: "Hable más de Santa Cruz y menos de mí. Por lo que sea, no ha podido llegar hasta este sillón, así que no dé lecciones de alcalde. Su partido es capaz de decir una cosa y a continuación la contraria. Me pone el ejemplo de Las Palmas. Por qué no Madrid, donde gobierna el PP y tiene el 25% de la deuda de todas las instituciones españolas".