La Concejalía de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Santa Cruz ha ido cerrando en los últimos días los expedientes de realojo de las últimas personas que ocupaban la antigua fábrica de Celgán, en el barrio de Tío Pino.

Así, después de un largo y complejo proceso, impulsado por la necesidad de deshabitar la zona tras el desprendimiento producido en un patio interior, se ha logrado llevar a cabo acuerdos con los propietarios de las viviendas, para que por medio de la concesión de un alquiler social, tanto las familias como las personas que a nivel individual ocupaban el viejo edificio, se puedan alojar en una vivienda con todos los servicios necesarios y en las condiciones óptimas para su reinserción social.

Así, dos casos individuales se han resuelto al facilitarles una habitación, mientras que dos matrimonios ya están reubicados desde el miércoles en un piso y uno de los residentes ha rechazado la oferta municipal.

Este proceso era necesario para acometer la demolición parcial del edificio, así como su limpieza y tapiado, que realizará de manera subsidiaria el ayuntamiento que pasará una factura de más de 200.000 euros a los propietarios.