Las rentas bajas son más bajas y las altas más altas. Esa es la conclusión del informe de Cáritas "Desigualdad y Derechos Sociales", que ayer presentó la organización no gubernamental y que constata que la brecha entre ricos y pobres se ha incrementado un 30% entre el año 2006 y la actualidad.

Desde 2006, los ingresos de la población con rentas más bajas han caído cerca de un 5% en términos reales cada año, mientras que el crecimiento correspondiente a los hogares más ricos ha sido el mayor de toda la población.

Esto ha provocado un aumento del 30% entre la distancia que separa a las rentas más altas y las más bajas, de manera que en España los más ricos ganan siete veces más que los más pobres.

Se trata de los indicadores de desigualdad "más altos" de la Unión Europea, según el informe de Cáritas, que alerta del riesgo de "fragmentación social", un fenómeno que, de hecho, ya viene observando la entidad humanitaria.

Cáritas ha constatado año tras año la caída en el empobrecimiento y la exclusión social de segmentos cada vez más amplios de la sociedad española. El último informe corrobora la gravedad de este proceso.

"Las consecuencias de la crisis están siendo especialmente sangrantes para los más pobres", lamentó ayer el secretario general de Cáritas, Sebastián Mora, quien subrayó que más del 41% de las familias con tres hijos vive bajo el umbral de la pobreza y el 16% sufre "pobreza severa".

Según el coordinador del Equipo de Estudios de Cáritas, Francisco Lorenzo, la caída de las rentas de los hogares ha hecho que el umbral de pobreza descienda desde los casi 8.000 euros para una persona sola en 2009 a algo más de 7.300 en 2012.

La conclusión es que un 26,8% de los españoles viven actualmente en situación de pobreza y exclusión social.