Estados Unidos rechazó ayer "totalmente" y calificó de "absurdas" las acusaciones vertidas por el Gobierno de Venezuela, según las cuales el Ejecutivo estadounidense estuvo involucrado en la enfermedad de Hugo Chávez, quien falleció ayer tras casi dos años luchando contra el cáncer.

"La afirmación de que Estados Unidos estuvo involucrado de alguna manera en la causa de la enfermedad del presidente Chávez es absurda, y la rechazamos completamente", dijo en un comunicado el portavoz del Departamento de Estado, Patrick Ventrell, minutos antes de confirmarse la noticia.

Por contra, el presidente Barack Obama, reafirmó ayer "el apoyo de EEUU al pueblo venezolano y su interés en el desarrollo de una relación constructiva" con Venezuela" tras la muerte del mandatario Hugo Chávez. "En Venezuela se inicia un nuevo capítulo en su historia, Estados Unidos sigue comprometido con políticas que promuevan los principios democráticos, el Estado de Derecho y el respeto de los derechos humanos", apuntó el presidente en un comunicado.