En Canarias padecemos "el mayor índice de pobreza, los sueldos más bajos y con mayor número de horas de trabajo de todo el territorio español. Una sociedad justa y viable solo será posible si la ciudadanía se une para defender los derechos sociales por encima de los mercados y la política honesta y la justicia social por encima de los intereses de las élites financieras", declaraban ayer desde la organización de las manifestaciones celebradas en las Islas en consonancia con la jornada de protesta social desarrollada ayer en todo el país.

32 años después, el 23-F volvió a ser una fecha diferente para España. La elección de ese día para ocupar las calles de medio centenar de ciudades en todo el país no fue casual, si bien en esta ocasión, en lugar de rechazar "el golpe de estado militar", los manifestantes mostraron su repulsa hacia los recortes y las políticas de ajuste. De hecho, no faltaron las pancartas relacionadas con este tema, como "El rey no da golpe desde el 23-F" y "Tijeretazo al Tejerazo".

Curiosamente, fueron casi 2.000 los agentes de la Policía Nacional que velaron por la seguridad ciudadana en la tarde de ayer durante las manifestaciones convocadas en toda España. A través de las redes sociales, la Policía invitó a los manifestantes a seguir las indicaciones de los agentes para garantizar la normalidad en las marchas.

Fueron más de 300 colectivos, coordinados a través de la plataforma Marea Ciudadana, los que llamaron a protestar contra "el golpe de Estado de los mercados" y "el brutal recorte de derechos sociales" que a su juicio está llevando a cabo el Gobierno de Mariano Rajoy "con el pretexto de la crisis". Los profesores de la Marea Verde, los médicos de la Marea Blanca, decenas de asambleas populares asociadas al Movimiento 15M, los bomberos, los mineros, los afectados por las hipotecas, la Coordinadora 25S, los trabajadores de grandes compañías y partidos políticos, entre otros, fueron algunos de esos 300 colectivos.

El rechazo a la política de ajustes económicos y sociales que aplica el Gobierno central como eje de la protesta, pero también el enfado por los presuntos casos de corrupción que señalan al partido del Gobierno, el PP (caso Bárcenas), y a la Casa Real (caso Nóos) formaron parte de las quejas ciudadanas. La "terrible corrupción", el "creciente desempleo", la "privatización encubierta de la sanidad" y el "desmantelamiento de los servicios sociales y la educación pública" fueron aspectos criticados durante las marchas.

En la manifestación central, desarrollada en Madrid, corearon, entre otras consignas, "ese presidente es un delincuente". Lo hicieron delante del Congreso, debidamente protegido por las fuerzas de seguridad mientras quienes protestaban volvieron a emitir su petición de dimisión del Gobierno y aludieron al caso Bárcenas con un elocuente "sus sobres, mis recortes", leyenda de una de las pancartas.

Un minuto de silencio y el grito de "Sí se puede" pusieron el punto final a la concentración celebrada en Neptuno, donde la "Solfónica" (grupo musical vinculado al 15M) interpretó el tema "Canto a la libertad", de José Antonio Labordeta.

"Nosotros también queremos nuestros sobres", "Menos sobres, más educación", "No debemos, no pagamos", "Lo llaman democracia y no lo es" o "Arriba, abajo, el Gobierno nos quita el trabajo" son otro botón de muestra de la unidad de criterio habida durante la exitosa convocatoria celebrada ayer a iniciativa del colectivo Marea Ciudadana.