Iberia apunta que las rutas no rentables se han convertido en un "importante lastre" para la compañía con un coste de 95 millones de euros durante el pasado ejercicio, motivo por el que ha comenzado su suspensión como ya anunció en su plan de transformación.

Según un informe realizado por la consultora Price Waterhouse Cooper (PwC), estas rutas deficitarias ponen en riesgo la viabilidad de la compañía, por lo que ya a mediados del mes pasado la compañía española dejó de volar a Atenas, El Cairo y Estambul.

Asimismo, y a partir del 1 de abril, la aerolínea cancelará sus vuelos a Santo Domingo y La Habana, mientras que prevé suspender su oferta a San Juan (Puerto Rico) y Montevideo (Uruguay).

En el documento, Iberia insiste en que la decisión incumbe a las rutas con "menor" impacto estratégico, al considerar que se tratan de destinos con un alto componente vacacional y que no traen turismo a España, sino que se limitan a llevar turistas nacionales y europeos a dichos lugares.

Además, remarca que en el caso de las rutas de Santo Domingo y La Habana ya están operadas por Air Europa, la compañía propiedad de Globalia, y hace hincapié en que en este tipo de destinos vacacionales es "más difícil" competir con otro tipo de operadores.

No obstante, y pese a apuntar que se eliminan las rutas en las que no es posible obtener rentabilidad a corto plazo, recalca que cuando Iberia vuelva a ser competitiva y la demanda se recupere podrá retomar estos destinos "con facilidad".

Por otra parte, la aerolínea subraya que tras su reorganización volará a 14 destinos y operará una media de 110 vuelos semanales desde Madrid, así señala que crecerá durante este ejercicio en muchos mercados latinoamericanos.

En concreto, recoge que crecerá un 5 por ciento en México, un 7 por ciento en Sao Paulo (Brasil), un 11 por ciento en Santiago de Chile, un 10 por ciento en Miami (Estados Unidos), un 6 por ciento en San José de Costa Rica, un 9 por ciento a Guatemala y un 2 por ciento a Quito y Guayaquil (Ecuador).

El informe contempla que la compañía acumula unas pérdidas de 900 millones de euros en los últimos cinco años, y remarca que solo en los nueve primeros meses de 2012 perdió una media de casi un millón de euros al día, por lo que tacha la situación de "insostenible".

De igual modo, asegura que factores negativos como la crisis económica y los elevados precios del petróleo, que suponen un 30 por ciento de sus costes totales, junto con el incremento de las tasas aeroportuarias y la competencia de las compañías "low cost" explican esta situación.