Decenas de miles de personas siguieron ayer la cabalgata de los Reyes Magos por las calles de Santa Cruz. Fue un desfile con novedades, pero que mantuvo el concepto clásico. Dos horas antes de que la caravana partiera a media tarde de la avenida de Bélgica, Melchor, Gaspar y Baltasar habían llegado al estadio -por primera vez en camello- para ser recibidos en un tradicional espectáculo con menos público que otras veces.

El acto de bienvenida duró cincuenta minutos, tras diez de retraso inicial, y contó con el "seguro" de las canciones y personajes del Mago de Oz (el cuarto ayer), junto a números musicales destacados, caso del "festín" de "La bella y la bestia". Todo entre el movimiento de cientos de bailarines aficionados controlados escénicamente por Geni Afonso (se vio a Enrique Camacho, director de eventos del Auditorio), que confió como maestra de ceremonias en la actriz canaria Alicia Rodríguez, una entrañable Dorothy. Alicia dominó la escena, aunque se le fue el control del público cuando este empezó a hacer la ola sin hacer caso a sus instrucciones desde el centro del campo, cual si fuera el añorado Paco Zuppo. La "fuerte marejada" duró más de cinco minutos. Como quiera que el helicóptero ahora solo pasa (esta vez tres veces) camino de La Laguna y ya no se posa en el césped, el evento ha perdido encanto.

Melchor estrenaba barba natural e incluso se animó a hablar. Gaspar fue el "ni fu ni fa" recién llegado de Israel y Baltasar se libró de caerse de un camello que le dio un par de sustos. La entrega de las llaves de la ciudad por el alcalde Bermúdez y el momento en el que los Reyes se acercaron a la grada cerraron la primera parte del día.

La cabalgata, con más de 1.500 figurantes, salió puntual, y pasaron cincuenta minutos hasta que apareció Melchor. En primer lugar, desfilaron Protección Civil, Policía Local o Bomberos. Luego, bandas de música, fanfarrias, majorettes, batucadas y grupos de baile. Incluso, había un pregonero. Más tarde fue el momento del bloque "histórico" con romanos, egipcios y hebreos; de las seis carrozas tiradas por animales, hasta de un belén viviente y por fin de los Reyes a camello con sus cortejos. Se lanzaron 2.300 kilos de caramelos y se recuperaron tradiciones como recoger las chupas de los más pequeños o el desfile de carros de naranjas. La ofrenda al belén de la plaza de la Candelaria puso el punto y final. Los niños se fueron a dormir y los mayores partieron a correr tras la cola del desfile para informar a los Reyes Magos de los pedidos a última hora.

VIsita a la Residencia Los Reyes Magos de Oriente visitaron la mañana de ayer por sorpresa a los niños ingresados la planta de Pediatría del Hospital Universitario de la Candelaria. Risas, ilusión y magia llenaron el recinto sanitario ante la presencia de una comitiva real que también sorprendió a los pequeños del servicio de Urgencias. Melchor, Gaspar y Baltasar quisieron anticipar la entrega de obsequios a estos jóvenes pacientes debido al gran volumen de trabajo que espera tener anoche. Junto a los pajes reales, pudieron visitar cama por cama a todos los niños y niñas que por problemas de salud pasan estos días en el hospital de La Candelaria. 300 regalos del IASS El Instituto de Atención Social y Sociosanitaria (IASS) del Cabildo distribuyó unos 300 juguetes entre casi una veintena de entidades de la isla con motivo de la festividad de los Reyes Magos. La recogida había sido organizada por Radio Club Tenerife en tres puntos de la isla: Santa Cruz, Arona y Tacoronte. Los regalos se destinaron a los menores que se encuentran dentro de la Red Insular de Infancia y Familia de la isla de Tenerife.