El Instituto de Atención Social y Sociosanitaria (IASS) ha llevado a cabo un estudio para analizar el aumento de las bajas voluntarias, tanto residenciales como diurnas, de los centros de mayores de Tenerife. Sus conclusiones muestran que no es concluyente que el aumento de las bajas voluntarias esté relacionado directamente con motivos económicos. Desde enero de 2011 hasta hoy, se han producido 24 bajas voluntarias, aproximadamente un 50% en plazas residenciales y la otra mitad en plazas diurnas, sobre un total de 1.600 plazas. Éstas suponen un 1,5% en un año y medio, motivadas por "la mejoría tras los cuidados recibidos en el centro o la no adecuación de sus circunstancias personales a los horarios y al sistema de funcionamiento del centro, entre otros motivos", según fuentes del IASS. En ninguno de los casos se expresó que el alta se solicitara por la imposibilidad de pagar los gastos de mantener en estos centros a sus mayores. En el informe se especifica que esto es así porque cuando alguien tiene la necesidad de ser atendido y no puede realizar el copago, debido a que tiene que ocuparse de un miembro de la familia con discapacidad, la normativa permite la exención de pago. Así suele hacerse tras un estudio detallado del caso en particular. Estos motivos son los que se destacan en las plazas públicas, aunque no se percibe la misma situación en las plazas privadas. Este estudio baraja la posibilidad de que las bajas en los centros privados puede que sí respondan al elevado coste de las plazas. A pesar de que los datos obtenidos no demuestran que exista una relación directa entre las bajas y la situación económica actual, el Instituto de Atención Social recalcó que "ningún ciudadano con necesidades se deja de atender en los centros por no poder realizar el copago".