La huerta solar conectada a la red eléctrica para la obtención de energía fotovoltaica instalada en la cubierta de las cocheras de Titsa, en Santa María del Mar, ha logrado en el último año reducir en un 10 por ciento el consumo de energía necesario para desarrollar el trabajo de los talleres de la compañía ubicados en la capital tinerfeña.

Además de permitir la producción de energía renovable, las placas solares también han logrado evitar la emisión a la atmósfera de partículas de gases contaminantes como el dióxido de azufre, el óxido de nitrógeno, o el dióxido de carbono, que contribuyen al calentamiento de la tierra.

La huerta solar fotovoltaica está formada por 680 paneles de 170 watios y ocupa una superficie de 2.400 metros cuadrados. Su energía es capaz de suministrar a 75 hogares.

GESTIÓN EFICAZ DE RESIDUOS

Los datos de la evaluación realizada por Titsa hacen que destaque como una de las pocas empresas de transporte público que se adelantan a la legislación europea en materia medioambiental, llevando a cabo intensos procesos de gestión de residuos en los que se engloba el reciclaje integral de materiales de oficina y administración.

En este sentido, la compañía también ha registrado en los últimos años una evolución positiva en la reducción del volumen general de basuras, en favor de una mayor cantidad de residuos tratados con gestores autorizados.

La gestión de los residuos se realiza actualmente en las instalaciones de los talleres de la compañía y en ella participa todo el personal, ya que los procedimientos del Sistema de Gestión Ambiental obligan a separarlos para su posterior tratamiento, y así reciclar el máximo posible, eliminando las posibilidades de realizar contaminaciones ambientales peligrosas y participando activamente en la mejora y en el respeto por el medio ambiente.

Los aceites lubricantes usados son los materiales que más se reciclan, seguidos del agua contaminada de hidrocarburos y chatarra. Las baterías usadas, el líquido refrigerante y el papel con aceite, trapos y otros absorbentes también registran altos datos de reutilización.

Asimismo, también se lleva a cabo el acopio de materiales como combustibles, filtros de aceite, mangueras, plásticos y tubos de goma y acero contaminados, para su posterior tratamiento. Por otro lado, la creación de mini puntos limpios en las diferentes estaciones en toda la isla completan el conjunto de medidas que la compañía desarrolla para la protección del medio ambiente.

RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL

La estrategia de Titsa es reconocida internacionalmente, desde hace varios años, con la doble certificación de AENOR en Gestión Medioambiental en ISO 14001, y en Gestión de la Calidad de la norma UNE-EN ISO 9001:2000, como indicadores de la responsabilidad de la compañía con el medio ambiente y con la reducción de la contaminación.

Este doble reconocimiento confirma el compromiso de Titsa por ser más eficiente y respetuosa con el medio ambiente, e introduce las mejoras necesarias para reducir la contaminación y mejorar la calidad del servicio que presta a los ciudadanos de Tenerife.