La compañía de Transporte Interurbano de Tenerife, S.A. (Titsa) empieza a aplicar hoy el expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que afecta a los 1.600 trabajadores de la empresa pública, cada uno de los cuales deberá estar en situación de desempleado 22 días al año.

El director de Comunicación de la compañía del Cabildo, Manuel Francos, informó ayer de que los primeros 110 conductores pararán hoy al iniciarse la aplicación del ERTE acordado con el comité de empresa el pasado 9 de mayo, justo el último día legal posible para hacerlo. De esa forma, se impidió el despido de 117 empleados de la sociedad pública.

Ese acuerdo, además, está siendo estudiado aún por dos de los sindicatos con representación en el comité único de Titsa, UGT y CCOO. El objetivo es proceder a recurrirlo en el caso de que los departamentos jurídicos encuentren motivos para ello, toda vez que ninguno de ellos suscribió el documento final.

Manuel Francos explicó ayer que este convenio es el que incluye las medidas que está aplicando la empresa Titsa y que implican que, "como media, cada conductor estará en el paro dos días este mes". Además, la entrada en servicio de la reordenación del transporte interurbano desde mañana también se enmarca en el acuerdo de referencia.

"Nosotros hemos planteado siempre la mejor posibilidad del servicio con las limitaciones presupuestarias establecidas", aseguró el director de Comunicación de Titsa.

Adecuación

Francos informó de que "se trata de adecuar la plantilla al servicio", aclarando que "no podemos seguir con el mismo con 100 empleados menos porque no cuadra".

La suspensión temporal de empleo que comienza hoy conllevará, junto a otras medidas complementarias acordadas en el ERTE, un ahorro de 4,5 millones de euros en el gasto de personal de Titsa.

En cualquier caso, desde la empresa pública se aseguró ayer que "la reordenación del servicio se hace de forma que afecte lo menos posible a los usuarios, por lo que hay una reducción muy inferior en cuanto a afección que a los servicios".

De hecho, Manuel Francos manifestó que se procede a eliminar "líneas redundantes o que eran imposibles de mantener", caso de la 365, que enlazaba Buenavista del Norte con La Piscina, la cual transportó "durante meses" a una persona; o el caso de la que llegaba a Teno Alto, enlace que "no llevó a ningún pasajero también durante meses".