Tras la reapertura del vestíbulo principal del Intercambiador de Santa Cruz de Tenerife -después de dos meses cerrado-, los establecimientos comerciales que alberga esta instalación continúan esperando respuestas sobre la recuperación de las pérdidas que supuso para ellos el cese temporal de su actividad.

"Está toda la documentación presentada y estamos a la espera de novedades", afirma Rocío San Antonio, propietaria del estanco La Guagua. "Queremos que la solución llegue ya, porque la verdad es que nos hace falta, pero eso no depende de nosotros", señala la empresaria, que califica las pérdidas que tuvo su establecimiento de "considerables".

San Antonio valora, en cualquier caso, que "se ve que la cosa va, poco a poco, volviendo a la normalidad" y que la afluencia de clientes "se va ajustando a lo que era normal" antes del desplome del falso techo. No obstante, apunta que en los primeros días tras la reapertura sí se notó una reducción en las ventas.

En similares términos se expresa el responsable de la cafetería, Manuel Pérez, quien se muestra "contento" de que se haya reanudado la actividad, dado que, indica, de este negocio "dependen muchas personas". "La situación está bajo investigación judicial y ya determinará el juez quién es el culpable y quién corre a cargo de todo esto, por lo que la empresa aguarda a que se tome una decisión", explica.

Por su parte, también urgen, desde el otro quiosco ubicado en el Intercambiador, una solución tras "dos meses pagando los gastos, que no perdonan, y sin nada de dónde sacar". "Ya están todos los papeles presentados y estamos esperando a ver cuándo podremos recuperar lo que hemos perdido", subraya el dueño del negocio, Francisco Dorta.

La valoración que hacen en este último comercio es que la primera semana "estuvo bastante floja", aunque ya están "volviendo a la normalidad".

"Efecto Carnaval"

A pesar de que todos los establecimientos coinciden en que se están recuperando los niveles de afluencia y consumo previos al cierre de la instalación, también todos hacen hincapié en que se verá si la situación es o no la misma de antes en los próximos días, toda vez que siempre el Carnaval concita un mayor número de usuarios.

Paralelamente, los comerciantes muestran cierta preocupación ante el cambio de hábitos de algunos clientes, pues consideran que el cierre de los locales ha podido motivar que algunos habituales de estos negocios hayan adquirido otras costumbres.