En un solar situado en la calle Enrique Wolfson de Santa Cruz de Tenerife, en la zona de Las Mimosas, se procedió hace tres años al traslado de un ejemplar de drago a una esquina del mismo para acometer la construcción de un edificio residencial. Sin embargo, en ese tiempo ha pasado a ser un residuo por falta de cuidados.

Vecinos del entorno han mostrado su malestar porque "ha sucedido algo que habíamos advertido en nuestras denuncias". De hecho, hubo quien puso en conocimiento de la autoridad competente el peligro que supondría para la supervivencia del drago que lo trasladaran de lugar. "Sin embargo, nos hicieron caso omiso y hoy estamos ante lo que puede ser considerado como una infracción medioambiental, por decirlo suave", apuntan algunos de los ciudadanos denunciantes.

El drago se considera, según una Ley del Gobierno de Canarias, el símbolo natural de Tenerife, conjuntamente con el pinzón azul. De hecho, se trata de una especie protegida por la normativa regional, motivo por el que "nos explicamos todavía mucho menos por qué se ha permitido esta actuación".

El grupo de vecinos espera que "quienes tengan responsabilidades en esta materia tomen nota del asunto y adopten las medidas a que haya lugar, aunque este ejemplar de drago sirva ahora solo para tirarlo a la basura por inacción y falta de interés".