La junta directiva de Gestión de Aguas de Tenerife recomienda al Ayuntamiento de Santa Cruz, especialmente al equipo de gobierno, "que permanezca observante en relación a la actitud y decisiones relacionadas con la gestión de Emmasa, una empresa que no solo debe velar por la calidad del agua de abasto, sino también por lograr un equilibrio biológicamente sostenible para el resto de usos del agua, como pueden ser el riego y limpieza, y el tratamiento final".

En un comunicado, Juan Luis Lorenzo, presidente de la empresa tinerfeña, indica que tras cada una de las manifestaciones de Emmasa ve "la intención de salvar mediante subidas de precio lo que no es sino el resultado de la pésima gestión de una empresa, en este caso Sacyr, que se propuso hacer negocio con algo que, tal y como dijimos en su día, en enero de 2006, desconocía por completo".

El equipo directivo explica que "en los últimos meses de 2011, la Dirección de Emmasa y los representantes de Sacyr han ido poniendo sobre la mesa cuestiones que son muy preocupantes", a juicio de la Junta directiva de Gestión de Aguas. También recuerda que desde Emmasa se ha argumentado "la injusticia, según su gerente, de comprar el agua a precios de mercado y tener que venderla a un precio prefijado, los elevados costes de producción y distribución del producto y las cada vez mayores pérdidas de la empresa" como los motivos que aduce Emmasa para plantear en noviembre la posibilidad de una revisión de las tarifas del agua, "incluso por encima del IPC y saltándose los pliegos de condiciones".

Gestión de Aguas aclara que el grupo de gobierno del ayuntamiento decidió en octubre pasado "conminar a la empresa (Emmasa) a que lo antes posible ponga sobre la mesa el calendario del plan de inversiones de 48 millones de euros que en 2005 se comprometieron a realizar" y que seis años después "ha quedado en agua de borrajas". De hecho, añade que "Santa Cruz sigue teniendo una de las aguas más caras y de peor calidad del Estado (un 220 por ciento más cara por ejemplo que en Castellón) y las aguas negras de la capital se vierten al mar sin tratamiento adecuado hasta el punto de que esta semana la Consejería de Medio Ambiente ha exigido al Ayuntamiento y a Emmasa que afronten urgentemente las medidas necesarias para reducir la contaminación que se vierte al mar desde la EBAR de Cabo Llanos".

La junta directiva de Gestión de Aguas de Tenerife recuerda que el 99 por ciento de los más de 30.000 santacruceros que fueron encuestados a mediados del pasado año expresaron su deseo de que la gestión de la empresa Emmasa vuelva al Ayuntamiento capitalino, una voluntad que esta empresa quiere trasladar al equipo gobernante.