El Gobierno de Canarias tendrá que esperar a que se defina el futuro del aeropuerto Tenerife Norte-Los Rodeos para realizar los cambios que sean necesarios en el trazado de la Vía Exterior. Por tal motivo, en la actualidad se está a la espera de lo que determine finalmente el Plan Director del aeródromo al respecto, un documento que tendrá que ser modificado atendiendo a las demandas vecinales y los compromisos adquiridos por las autoridades locales e insulares con los responsables de aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA).

Hasta el momento, del proyecto de la Vía Exterior solo se ha realizado el tramo comprendido entre el kilómetro siete de la Autopista del Sur (TF-1) -entre Añaza y Radazul- y la carretera general del Sur (TF-28), una obra que fue inaugurada el 26 de enero pasado, con dos años de retraso sobre la fecha inicialmente prevista, y que aún no está en servicio completamente.

El trazado definitivo de la Vía Exterior depende, esencialmente, del emplazamiento definitivo de la pista del aeropuerto Los Rodeos ya que la nueva carretera partirá desde la altura de su cabecera.

Fuentes autorizadas de la Consejería de Obras Públicas, Transportes y Política Territorial del Gobierno de Canarias explicaron que "se está trabajando en el planeamiento", pero no se puede avanzar a expensas de que "se aclare qué quieren hacer en Los Rodeos".

Esta solución viaria se ha ideado para que todas aquellas personas que procedentes del Norte tengan que dirigirse al Sur puedan hacerlo por esta futura carretera. Actualmente, los conductores tienen que realizar este trayecto a través de la TF-2, que une Santa María del Mar con Las Chumberas, popularmente conocida como la conexión.

Es necesaria

La construcción de la Vía Exterior hará que en el futuro las funciones que realiza en la actualidad la TF-2, por la que circulan cada día 35.000 vehículos, sufra una merma considerable de tráfico. Pese a que el grupo de gobierno en la Corporación insular durante el mandato anterior aseguró que su construcción está absolutamente justificada, los socialistas (entonces en la oposición y hoy gobernando) discrepaban y opinaban que la TF-2 solo está al 40% de su capacidad y que antes de proponer nuevas carreteras se deben mejorar las salidas de la TF-2, que es donde se producen las retenciones.

Sin embargo, desde el Cabildo se insistía en que la construcción de dicha vía es necesaria puesto que permitirá dar salida directa a los vehículos que procedentes del Norte de la Isla deban dirigirse hacia el Sur por la TF-1. La inversión prevista para esta actuación asciende a los 309 millones de euros y afectará a 1.649.608 metros cuadrados de suelo rústico.

En cualquier caso, la nueva situación generada por el Aeropuerto Los Rodeos se traducirá en una demora más de este proyecto de Vía Exterior y de su variante, iniciativa que ya ha sufrido otros cambios desde que fue planteada inicialmente.

El Plan Insular de Ordenación del Territorio (PIOT) incluye esta carretera en el marco del Plan Territorial Especial de Ordenación del Sistema Viario del Área Metropolitana. Parte de la oposición en el Ayuntamiento de La Laguna ya plantea cambiar el planeamiento insular eliminando la Vía Exterior.